Orden y desarrollo

Orden y desarrollo

Existe suficiente consenso a favor de que el orden institucional es el primer requisito para el desarrollo social y económico de los pueblos, y es lo mismo que “imperio de la ley”, “Estado de derecho”, o “instituciones”.

“Imperio de la ley” viene de la revolución inglesa cuando se produjo el triunfo del parlamento contra el poder absoluto del rey. Todos somos iguales por lo que se requiere una ley -y no la palabra del rey- para definir el orden en la sociedad. Nadie puede ser juzgado por lo que la ley no prohibe, y todo poder político y cualquier decisión se supedita a lo prescrito por la ley. Inglaterra llevó a sus colonias la idea del imperio de la ley, y de esa manera sentó la base para su desarrollo.

Es lo contrario del absolutismo monárquico. Según The Worldjustice Project, “el imperio de la ley es el marco de reglas y derechos que posibilita sociedades prósperas y justas. El imperio de la ley es un sistema en el que nadie, ni siquiera el gobierno, está por encima de la ley; en el que la ley protege los derechos fundamentales; y en el que la justicia es accesible a todas las personas”.

El “Estado de derecho” viene de la doctrina alemana del Rechtsstaat, y equivale al imperio de la ley británico. El término aparece por primera vez en el libro “La ciencia de política alemana en conformidad con los principios de los Estados de derecho” (Herman Heller), y desde entonces ha sido utilizado de forma equivalente a rule of law. Incluye la idea de poderes autónomos del Estado funcionando a la manera de pesos y contrapesos, de donde viene luego los tres poderes del Estado: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, y la definición de libertades individuales. “Estado de Derecho” equivale a un ‘Estado constitucional’ en el que gobernantes y gobernados se rigen por una misma ley.

El economista Douglass C. North (“Institutions”, 1991) define “instituciones” como las “restricciones fijadas por el ser humano para organizar la interacción social, económica y política… A través de la historia, las instituciones han sido creadas por el ser humano para crear el orden y reducir la inseguridad en los intercambios humanos”.

Su pregunta es: “¿Por qué España, el gran poder del siglo XVI europeo, declina mientras que Holanda e Inglaterra se desarrollan?” Su respuesta es: “instituciones”, lo cual falla en las colonias españolas, y sobresale en las colonias británicas.

El “institucionalismo” a partir de Douglass C. North es una propuesta básica: instituciones sólidas producen el desarrollo; instituciones débiles producen estancamiento. El consenso actual es: el desarrollo nacional requiere “imperio de la ley”, “Estado de derecho” e “institucionalidad”, todo lo cual se refiere a que gobernantes y gobernados se declaran súbditos de la ley.

En este sentido, Samuel Huntington, politólogo, sugiere que no cumplir reglas de juego trae “violencia” y “corrupción”; Vanderbilt, psicólogo social, demuestra que no cumplir reglas de juego trae accidentes de tránsito y corrupción, mientras que el economista Dani Rodrick concluye que cumplir reglas de juego es más importante para el desarrollo nacional que “factores geográficos” y “comercio internacional”.

De manera concluyente Naciones Unidas (UNODC, 2011) declara: “El desarrollo social, económico sostenible a largo plazo también requiere una gobernabilidad basada en el imperio de la ley.

Por cierto, en todas las naciones donde se ha producido un fortalecimiento del imperio de la ley en los últimos 15 años se ha producido un declinamiento de la tasa de homicidios, mientras que en las naciones donde la tasa de homicidios se ha incrementado han tenido un relativamente débil imperio de la ley”.

 

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