Para el desarrollo de la primera infancia es necesario coordinar e implementar estrategias en la que participen todos los actores del país.
El tema fue tratado por representantes de organismos nacionales e internacionales, los cuales aseguraron que trabajar estrategias en conjunto permite abaratar por ejemplo los costos de una adecuada nutrición en los infantes.
La ponencia magistral del evento fue efectuada por el doctor Rafael Pérez-Escamilla, director de Salud Pública de la Universidad de Yale y coautor de la serie dedicada al desarrollo de la primera infancia que publicó la revista médica internacional The Lancet.

Pérez-Escamilla dijo que las bases científicas de las intervenciones que influyen de forma determinante en los primeros mil días del niño, deben tomarse en cuenta.
Insistió en que “históricamente, las intervenciones para la primera infancia se han centrado en los niños en edad preescolar”, sin embargo, dijo que hoy día se sabe que las intervenciones que incluyen el período anterior a la concepción y los primeros dos años de vida pueden reducir de manera significativa los efectos adversos sobre el crecimiento y la salud.
“Esto ayuda a que los niños alcancen su pleno potencial desde el punto de vista del desarrollo”, indicó.

Asimismo, señaló que las intervenciones en favor del desarrollo en la primera infancia que promueven una atención sensible a las necesidades de los niños –salud, nutrición, cuidados, seguridad y aprendizaje temprano– podrían costar apenas 50 centavos de dólar por niño por año, cuando se combinan con servicios existentes, como los servicios de salud.
En la actividad participaron representantes del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la Organización Panamericana de la Salud (OPS), los ministerios de Salud, Educación y el Servicio Nacional de Salud.