POR MARIO MÉNDEZ
El representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Moisés Pineda, dijo ayer que los organismos multilaterales vigilarán ahora «con mucho más rigor» que el gobierno cumpla el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) porque en dos ocasiones anteriores las autoridades dominicanas incumplieron.

Pineda advirtió que el camino que le queda por recorrer a la República Dominicana es largo y delicado y que el BID trabaja con el gobierno para una estrategia de objetivos del país esté lista en marzo, la cual hará énfasis en los riesgos.

Explicó que en la preparación de esa estrategia, el gobierno dominicano y el BID dialogan sobre la viabilidad institucional, la validez y capacidad de formulación de política económica y sectorial, la capacidad de acción y de maniobra, y la credibilidad de los proyectos comunes.

«Todo esto en función de una clara distinción de los riesgos existentes», advirtió.

El doctor Pineda habló ayer en la tarde a miembros de la Cámara Dominico-Mexicana una conferencia sobre la estrategia del BID en la República Dominicana en el salón de conferencias de Distribuidora Corripio, en la avenida Núñez de Cáceres.

La presentación de Pineda fue hecha por el presidente de la Cámara, el empresario Manuel Corripio. Participaron, además, distinguidas personales y miembros de la Cámara, entre ellos la embajadora de México, Isabel Tellez; el embajador dominicano en México, Pablo Maríñez, y director de la Cámara, Marco Antonio Sánchez.

Pineda explicó que el mayor rigor en la fiscalización del acuerdo con el FMI se debe a que se han producido dos descarrilamientos en tratos anteriores.

En el caso particular del FMI, aunque aclaró que no puede hablar en su nombre, consideró que ese organismo internacional

no va a permitir que llegue a su directorio otro fracaso.

Habrá muy frecuentes visitas de los organismos internacionales, haciendo revisiones sobre el cumplimiento del acuerdo.

Hay acuerdo de confianza y el país tiene que adueñarse de sus propias decisiones, indicó.

Pineda explicó que la estrategia de país que se discuten con el BID «en buena medida estará, en conjunto, en respaldo del programa que acuerda el gobierno con el FMI, que debe hacer clara la posibilidad de articular cuáles son los riesgos a los que se enfrenta y cuáles son las medidas de mitigación de esos riesgos para presentársela al resto del mundo».

Dijo que «el mundo exterior espera y confía en que todas las instituciones multilaterales, el país, su sector público y privado, en especial representado por las instituciones financieras, bancos y actores del sector eléctrico, así como el mundo político y social, actúen en conjunto, con unidad, y sobre la base de un solo proyecto de nación».

Advirtió que el BID ha identificado que «no será posible funcionar con instituciones riesgosas, con compromisos débiles, con diagnósticos equivocados y sin una apropiación clara de responsabilidad y retos».

Luego de la quiebra del Banco Intercontinental (Baninter) en mayo del 2003 que implicó la pérdida de US$5,500 que asumió el Estado, el gobierno dominicano firmó un acuerdo para la «estabilidad económica» con el FMI pero la aplicación fue suspendida en agosto del mismo año luego que el gobierno decidió readquirir las empresas distribuidoras de electricidad del Sur (EDESUR) y del Norte (EDENORTE). Esta compra de las acciones que tenía en esas empresas la Unión Fenosa, de capital español, fue objetada por el FMI.

El gobierno volvió a renegociar con el FMI y luego de cumplir una serie de exigencias en enero del 2004, entre ellas la promulgación de la sobre Riesgos Financieros, se restableció el acuerdo, pero fue suspendido el 14 de mayo siguiente por otro incumplimiento.

Desde entonces las autoridades han estado renegociando el acuerdo con el FMI y anteayer las autoridades dieron a conocer la carta de intención que sometieron al organismo.

El acuerdo entraría en vigencia el próximo martes, anunciaron anteayer funcionarios del área económica del gobierno.

Las autoridades dominicanas esperan que este acuerdo estabilice la tasa de cambio y los precios, aunque advirtieron que la crisis económica no ha sido superada.

El nuevo trato, explicaron los funcionarios, implicará que el gobierno recibirá financiamientos y reprogramará el pago de deudas por RD$2,700 en los próximos dos años.

Las autoridades indicaron que por financiamiento del Banco Mundial, el Banco Interamericano para el Desarrollo (BID) y el FMI el gobierno recibirá US$750 millones.