En dos años y medio, la organización no gubernamental Infante Sano ha contribuido a salvar la vidas y a mantener la salud de más de treinta y cinco mil parturientas y recién nacidos en condiciones de escasos recursos de San Cristóbal, Peravia y La Romana, haciendo uso de estrategias para reducir las altas tasas de morbimortalidad materna y neonatal en dichas provincias.

Para continuar su labor, establecieron un local en Baní y durante el acto de inauguración del mismo, las especialistas Sarah Henry y Sara Tolentino, directoras de Infante Sano en Estados Unidos y República Dominicana, respectivamente, llamaron a las empresas privadas e instituciones de la sociedad civil a colaborar con la expansión de la iniciativa, la cual es ejecutada en coordinación con las autoridades sanitarias.

Actualmente, la ONG de origen estadounidense interviene en tres hospitales públicos y en dos clínicas de atención primaria en salud materna e infantil de San Cristóbal, Peravia y La Romana; y se propone profundizar sus estrategias en la Región I de Salud, compuesta por Peravia, San Cristóbal y San José de Ocoa.

El año pasado, Infante Sano atendió a cinco mil quinientas  pacientes a dos clínicas rurales, en las que proporcionó atención prenatal, vacunas, pruebas de detección del VIH, planificación familiar y cuidado infantil esencial.

n Asimismo, la organización entrenó a más de seiscientos médicos, enfermeras y trabajadores comunitarios en prevención y atención en salud materna y neonatal.

“Como resultado de la formación impartida en el uso del partograma, una herramienta de gestión del alumbramiento, su utilización aumentó de cero a ochenta por ciento en los meses siguientes al entrenamiento ofrecido a nuestros asociados en el hospital de Baní”, señalaron Henry y Tolentino, representantes de Infante Sano.