La división en áreas independientes del hospital Luis Eduardo Aybar generó ayer un enfrentamiento entre el director de la Unidad de Gastroenterología, la dirección del hospital y el doctor Federico Núñez, director del área de Medicina Interna.

El doctor José Rafael Arias, director del Centro de Gastroenterología, acusó al doctor Núñez de oponerse a la descentralización por buscar intereses políticos e individuales. «El es un cuadro del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), aseguró.

Acusó al doctor Edisson Félix, director del hospital Aybar, de desviar pacientes a otros laboratorios privados, a fin de hacer colapsar al centro de Gastro. En esa práctica estarían involucrados médicos de Medicina Interna.

«Con eso se busca bajar la cuota de recuperación del centro y hacerlo colapsar», dijo, tras mostrar pruebas de laboratorios de familiares de médicos que se han instalado en los alrededores del centro.

Los médicos del hospital Luis Eduardo Aybar aseguran que ese centro se ha convertido en un almacén de enfermos, porque todas sus estructuras han quedado desarticuladas.

El doctor Arias aseguró que la Unidad de Gastro deja de recibir alrededor de un millón de pesos por concepto de subvención a los pacientes que están ingresados en ese hospital.

A juicio del doctora Arias, la mayoría de informaciones que provienen de la asamblea del hospital Aybar constituyen una mentira, lo que atribuye a búsqueda de prebendas personales y de partidos.

La división en áreas de la llamada Ciudad Sanitaria Luis Eduardo Aybar se hizo mediante decreto 1110-01, pero la concretización del proyecto ha generado discusiones y malestar en el hospital.

Las dependencias de ese hospital han sido el Centro de Imágenes, el laboratoriode Patología y el área de Imágenes. En las tres áreas se cobra por servicio, pero se argumenta que el hospital no tiene soporte técnico ni económico.

Indicó que cuando recibió el área de Gastro la encontró con una deuda superior a los nueve millones de pesos, lo que implica que fue siempre mal manejado.

Todos los equipos del área de endoscopía estaban destruidos y el centro daba la idea de haber retrocedido por lo menos a los años 60, dijo.

«Me sorprende que el doctor Federico Núñez diga que aquí se cobra la endoscopía más cara del mundo y que los pacientes mueren por falta de estudios, sus estadísticas dicen que sólo han muerto seis pacientes al año, eso es una fábula», insistió.