La Coalición Enriquillo, que agrupa a organizaciones sociales, comunitarias y religiosas de Barahona manifestaron que no permitirán que el hotel Guarocuya, ubicado en esa provincia, sea cerrado y transformado en un hospital, ya que afirma esa edificación constituye un ícono de la identidad de ese pueblo y parte de su patrimonio físico, cultural y espiritual.

En una carta pública, al presidente Luis Abinader, la entidad señaló que Barahona está alarmada por lo que ‘parece un eslabón que tiene las características de una cadena de agresiones contra ese laborioso y valiente pueblo’.

“Desde el inicio mismo de su gobierno ha estado entregando y destruyendo las riquezas y bellezas naturales de esta provincia, su patrimonio físico y espiritual, agravando la salud y la paz de sus habitantes, ya afectada por la pandemia de la covid-19”, expresa la misiva.

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Señala además, que la contaminación permanente del medio ambiente urbano y rural, la reducción de los recursos consignados en el presupuesto nacional para las inversiones en la provincia y la región, la sumerge más en el drama de pobreza, atraso socioeconómico y cultural que la abate hace medio siglo.

Pretensión desconocida

Las organizaciones señalaron que “no permitiremos jamás esa desatinada pretensión de origen desconocido’, sin agotar todos los medios de lucha legales posibles para impedirlo”.

Dijeron que no están opuestos a que sean fortalecidos los descuidados y deficientes servicios de salud de la provincia con la construcción de un nuevo hospital, pero que rechazan que sea sobre la desaparición del emblemático hotel Guarocuya.

Pero además, afirmaron que resulta ilógico que resten 74 de las ‘insuficientes’ 500 habitaciones con que cuenta Barahona para atender la creciente demanda turística, que es una de las actividades de mayor dinamismo, perspectiva y aporte a la economía provincial y regional.