Miami (EEUU), (EFE).- Las principales organizaciones haitianas en Miami expresaron hoy su satisfacción por la proclamación de René Préval como presidente electo del país. «Estamos felices de que se haya escuchado la voluntad del pueblo con la victoria de Préval», dijo a EFE Jean-Robert Lafortune, presidente de la Haitian-American Grassroots Coalition, una de las principales organizaciones haitianas en Miami.
El candidato del partido La Esperanza fue proclamado ganador de las elecciones del 7 de febrero con el 51,15 por ciento de los votos, después de varias jornadas en las que las denuncias de fraude electoral y las protestas callejeras sumieron al país en el caos.
La proclamación de Préval, que en el pasado estuvo próximo al ex presidente Jean-Bertrand Aristide, fue hecha después de un acuerdo entre el Gobierno provisional encabezado por Gerard Latortue y el Consejo Electoral Provisional (CEP) haitiano.
La distribución proporcional de los votos en blanco, un 4,7 por ciento, acabó por dar la mayoría absoluta a Préval, quien no disponía hasta hoy de los votos necesarios para evitar tener que disputar una segunda vuelta.
Lafortune señaló que la voluntad clara del pueblo haitiano no pudo ser opacada ni ocultada por intereses ni fraudes, aunque ahora «Préval tiene que dialogar con la elite para que ellos también participen en la reconstrucción política y social del país».
«Es el tiempo de curar el país y de superar la división entre la elite y la gente pobre», apuntó Lafortune, al tiempo que señaló que la primera tarea de Préval es «establecer la seguridad».
«Sin esto no se puede hacer nada en temas sociales y de educación», indicó.
«Debe haber un consenso», dijo Lafortune, quien llamó por ello a «un diálogo entre la elite y el Gobierno».
Asimismo, apostó por el regreso a Haití de «muchos expatriados en EEUU para colaborar en la construcción del país».
Edeline Clermont, directora de United for Dignity, otra de la más importantes organizaciones haitianas de Miami, se mostró convencida de que «si hay alguien que puede reunir a la clase política y crear consenso, es Préval».
«Hay esperanza para nuestra nación, para trabajar juntos con visión de futuro», agregó.
Marlene Bastien, directora de la Haitian-American Grassroots Coalition, se mostró también satisfecha con la victoria de Préval y dijo a EFE que «la voz del pueblo es la voz de Dios».
«La prioridad para Préval es la educación -explicó Bastien-, su compromiso, él va a poner un lápiz en la mano de cada niño».
Para Lucie Tondro, otra activista haitiana residente en Miami, Préval debe allanar el camino para «juntar todos los partidos» e iniciar un vigoroso giro democrático con el objetivo de «reconstruir el país».
Ingeniero agrónomo de 63 años, Préval fue primer ministro y ministro del Interior y Defensa durante el primer gobierno de Jean Bertrand Aristide en 1991, actualmente exiliado en Sudáfrica tras haber sido desalojado del poder y del país por una revuelta popular en el 2004.
Préval fue presidente de la República de 1996 al 2001.
Casado y con dos hijas, Préval se ha dedicado durante los últimos años a fabricar y exportar muebles de bambú sin haber amasado con ese negocio, ni con su paso por el poder, una gran riqueza, al menos aparentemente, lo que le hace también beneficiario de la confianza y simpatía de las clases populares.
En Miami viven unos 400.000 de los dos millones de haitianos radicados en EEUU.