Organizar limpiavidrios

Organizar limpiavidrios

El inconcebible asesinato del jovencito Miguel Méndez Figueroa, 25 años, por disparo de arma de fuego, el  14 de este mes por el desalmado Johnatan Onel Báez Guzmán, que ha consternado a la sociedad, no debe quedar impune, y debe iniciar una estrategia para organizar a los muchachos que limpian cristales de vehículos bajo los semáforos.

Miguel Méndez Figueroa limpiaba vidrios de vehículos en las esquinas formadas por las avenidas Sarasota con Lincoln, lanzó la esponja, como hacen casi todos, al cristal del vehículo de Báez Guzmán, cuando éste le hizo señas de que no quería el servicio, y el muchacho le lanzó un chaparrón de agua.

Báez Guzmán reaccionó como un bárbaro, disparándole al muchacho con tan mala suerte y buena puntería que lo alcanzó y lo mató.

Los muchachos barriales que limpian vidrios de vehículos debajo de los semáforos y otros que componen tiendas por departamentos ambulantes en las esquinas, los haitianos que se estacionan en cualquier punto de la ciudad vendiendo frutas y las haitianas en cochecitos de niños que es el modismo de la nueva versión de paleteras, sin  que ninguna autoridad competente frene ese caos, constituyen las recientes plagas de la marginalización, la tolerancia el extremo y la irresponsabilidad de gobernantes, alcaldes y policías.

AMET, que en vez de constituirse en parte de la solución contribuye al caos cuando vemos a sus agentes conversando en  grupos bajo los árboles, debe iniciar la organización de los limpia vidrios, carnetizándolos, impartiéndoles modos de ofrecer sin compulsión sus servicios, no explicándonos por qué no ha procedido antes, idéntico a los alcaldes en recuperar los espacios abiertos ocupados por haitianos, y las haitianas paleteras en cochecitos de niños, la última plaga de la invasión pacífica para fusionar La Española.

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