Paris. AFP. El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, admitió hoy en París que la organización de una conferencia sobre la paz en Siria no será una «tarea fácil», después de mantener discusiones sobre el tema con su homólogo estadounidense John Kerry.  

«Hemos discutido los medios para proceder. Porque esta conferencia será realizada. No es una tarea fácil, es realmente una tarea enorme», dijo Lavrov a la prensa.  

Kerry y Lavrov se reunieron en un lujoso hotel de París para discutir detalles sobre la conferencia «Ginebra dos», que debería reunir a representantes del gobierno de Bashar al Asad y de la oposición siria.  

Lavrov dijo que la reunión tenía por objetivo «dejar puntos en claro para ver en qué situación estamos».  

Con relación a los protagonistas que podrían participar de la conferencia, Lavrov estimó que los países que participaron de la primera edición, en junio de 2012 en Ginebra, «han, según creo, aceptado».  

«Pensamos que el círculo podría ser ampliado para incluir a todos los actores fundamentales, en la región, y que tienen un interés en la situación», dijo el jefe de la diplomacia rusa sin ofrecer detalles de qué países se trataba.  

Rusia desea que Irán país que apoya al gobierno de Damasco participe de las negociaciones, posibilidad que diversos países occidentales descartan.  

La primera conferencia sobre Siria realizada en Ginebra había reunido a los jefes de la diplomacia de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Estados Unidos, China, Rusia, Francia y Gran Bretaña, así como países representantes de la Liga Árabe, Turquía y los secretarios generales de la ONU, la Liga Árabe, y la jefa de la diplomacia europea.

«Como lo ha dicho John Kerry, estamos sobre todo concentrados en la necesidad de determinar la lista de participantes del lado sirio, del grupo del gobierno y el de la oposición, como ya habíamos conversado en Moscú», dijo Lavrov. 

Por el momento, Damasco aceptó enviar representantes a la conferencia, pero la oposición, profundamente dividida, no logra adoptar una posición unitaria.  

Estados Unidos y Rusia desean poner en marcha «los principios dictados en Ginebra», en especial los que se refieren a un «gobierno de transición por consenso que tenga autoridad y permita a los sirios decidir sobre el futuro de Siria», dijo Kerry.