Organizarse para ir a votar

Organizarse para ir a votar

El presidente Danilo Medina colocó antier en su discurso como uno de sus mayores compromisos con la democracia y con la historia el que los ciudadanos puedan elegir, al menos el 5 de julio, nuevas autoridades nacionales. Una obligación equiparable a la urgencia de controlar la covid-19, reactivar la economía y mitigar los deplorables efectos sociales de la enfermedad. La aceptación disciplinada y colectiva de normas que evitarían contagios entre concurrentes serían un pasaporte seguro hacia las urnas. Ningún desafuero debería entorpecer los programas sanitarios de alentadores resultados ni conducir a un grave revés institucional. La renovación de mandatos debe lograrse con el concurso, buena volutad y respeto a las reglas que corresponde a líderes y militantes.
Las perspectivas son favorables, incluso, en el aspecto de votar en el exterior. La principal área de sufragios externos que es Estados Unidos emprende sus desescaladas y tendrá en junio actos multitudinarios con motivo de las primarias demócratas. Desde luego cada Estado reclama garantías previas de desenvolvimiento normal en los recintos a cargo de dominicanos. El tiempo pre electoral parecería insuficiente porque las prevenciones sanitarias se concentran en distanciamientos; pero ningún partido se exime día a día de apoyarse con desbordamientos de recursos en la crisis pandémica para alcanzar primeros planos sin debates sustanciales.

Distanciamiento que perjudica

Juntar en consultas a pacientes y médicos de distintas especialidades tiende a quedar fuera de agenda en ejercicios particulares de la medicina. Cualquier enfermedad crónica o comprometedora, incluyendo las respiratorias desligadas de la covid-19, traen sufrimientos y hasta decesos a gente quebrantada y en impotencia. El miedo a contraer el virus ha puesto a rehuirse recíprocamente a enfermos y terapeutas. Abundan centros privados que parecen sumidos en vacaciones colectivas. Mientras, galenos y auxiliares afrontan riesgos y salvan vidas participando en la campaña oficial contra el coronavirus, demostrando que sus precauciones y herramientas protectoras les salvan de contagios en la mayoría de sus actuaciones. Para muchos de sus colegas de presencia en clínicas, cuidarse y descansar supera en importancia a la obligación ética de sanar al prójimo.

 

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