La policía abrió fuego contra manifestantes en la ciudad holandesa de Rotterdam durante disturbios que estallaron en el centro durante una protesta el viernes por la noche contra las restricciones ordenadas por las autoridades para contener un rebrote de COVID-19. El alcalde describió la situación como “una orgía de violencia”.
La policía dijo que dos participantes de los disturbios fueron hospitalizados después de haber sido alcanzados por balas. Se estaba investigando si la policía les disparó. No se reveló el estado de los heridos.
Los agentes arrestaron a 51 personas, aproximadamente la mitad de ellos menores de edad, dijo la policía el sábado. Un policía fue hospitalizado con una lesión en la pierna sufrida durante los disturbios, otro fue atendido por el personal de una ambulancia y otros sufrieron heridas leves.
El alcalde Ahmed Aboutaleb dijo a los periodistas en las primeras horas de la mañana del sábado que “en varias ocasiones la policía sintió la necesidad de sacar sus armas para defenderse” mientras los alborotadores arrasaban el distrito comercial en el centro de la ciudad portuaria, provocando incendios y arrojando piedras y fuegos artificiales a los agentes.
“Dispararon contra los manifestantes, hubo gente herida”, agregó Aboutaleb, que no tenía más detalles sobre los heridos. Los policías también realizaron disparos de advertencia.
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Se espera que haya más detenciones luego de que la policía estudie las imágenes de las cámaras de seguridad.
Las imágenes tomadas en el lugar de los choques mostraron al menos un auto policial en llamas y otro con una bicicleta incrustada en el parabrisas.
La calma volvió a las calles pasada la medianoche, tras la intervención de policías antimotines y cañones de agua.
Fue uno de los peores brotes de violencia en el país desde la imposición de las primeras restricciones para frenar la pandemia el año pasado. En enero, alborotadores atacaron a policías y causaron incendios en las calles de Rotterdam tras la aplicación de un toque de queda.
El ministro de Justicia, Ferd Grapperhaus, condenó los hechos. “Protestar es un gran derecho en nuestra sociedad, pero lo que vimos anoche es simplemente un comportamiento delictivo. No tiene nada que ver con manifestarse”, dijo en un comunicado.