La sabiduría tolteca de Don Miguel Ruiz me enseñó a no tomarme nada de manera personal.Por eso, cuando hace unos dias una clienta me dijo que no tomaría uno de mis talleres, porque una persona con quien está haciendo unas terapias se lo había recomendado ya que ella “no está lista”, le contesté:“¡Tu movimiento es perfecto!, estás con quien necesitas estar”.

Ante este hecho, varias preguntas son posibles: ¿De dónde proviene un comentario como ese? ¿Quién puede saber para que estoy lista que no sea mi Dios? ¿Qué hace que alguien necesite un terapeuta así? Y aun más ¿Qué hace que alguien se guie de una opinión como esa? La respuesta es: la falta de amor.

¡Cuánta arrogancia disfrazada de orientación terapéutica!Osho dice que la humildad no se cultiva, ni se practica, ni se aprende, solo llega como un regalo cuando entramos en el amor y un día, de pronto, descubrimos que este ha florecido. La humildad es el amor florecido.La humildad verdadera surge como una fragancia del amor.

He gozado de la bendición enorme de maestros verdaderos. De esos que no enseñan nada, sino que comparten su vida y la mirada que tienen. Gente que ama tan profundamente que no dan instrucciones para que manejes tu vida, sino que te hablan desde su corazón, y de vez en cuando te regalan alguna historia para que encuentres respuestas por ti mismo.

No conozco mejor terapeuta, sanador y sabio que Jesús. Quizás es pura ignorancia de mi parte, pero no conozco ningún pasaje en que refieran que el maestro le dijera a alguien lo que tenía que hacer. Su mensaje en parábolas es el modo más respetuoso para que cada uno encuentre su respuesta de acuerdo a su nivel de conciencia. ¿Qué clase de maestro diría: “no estás listo para esto o aquello”.

Los niños necesitan de personas adultas que tomen las decisiones por ellos. ¡Por eso son dependientes! Cuando alguien nos dice lo que debemos hacer se pone en una posición de superioridad con respecto a nosotros. Cuando eso ocurre entre dos adultos, pasa de ser una “actitud de cuidado” a ser una “actitud de arrogancia”. El mensaje es: “eres demasiado pequeño para saber lo que es bueno para ti, así que yo me ocupo”.

Cuando el deseo está en nuestro corazón, ¡ya estamos listos! Es hora de que empecemos a asumir la responsabilidad de lo que hacemos. Para mí, las constelaciones han sido  la vía por la que he tomado la fuerza, para ocupar mi lugar y tomar mis bendiciones. Del chamanismo he tomado un marco de contención que me ha permitido ser autodependiente.

San Agustín decía: “Para llegar al conocimiento de la verdad hay muchos caminos: el primero es la humildad, el segundo es la humildad y el tercero, la humildad”. Cuando tengo dudas, confusión, debilidad o incertidumbre, sé que me he separado de mi autentica naturaleza. Entonces, en vez de afanarme buscando las salidas a aquello que me molesta, desacelero el paso, hago silencio, observo la vida, espero la respuesta, y cuando esta llega doy el siguiente paso.

Procuro expresar el bien de forma consciente, manejar la energía desde la responsabilidad, asumir lo que hago, y pagar el precio de mis elecciones (conscientes e inconscientes). Cuando ofrezco algo, me mantengo indiscriminada de los resultados. Sé que más allá de mi propuesta y más allá de la elección o no elección de las personas a quienes llega, opera una fuerza más grande que organiza todo.

Es a esa fuerza a la que me rindo. La vida me ha mostrado los beneficios de actuar desde ahí de múltiples y agradables maneras.La tarea de cada persona es: conectar con la fuerza para acoger los propios sentimientos, conectar con lo que está pasando conmigo, y esperar que el Gran Alma indique el siguiente movimiento.En constelaciones familiares este proceso es llamado“contención”.Pensar que podemos equivocarnos o hacer algo que el Creador no haya consentido denota ausencia de humildad.

Como adultos, seguimos mostrando una conciencia infantil de dependencia. Esto permite que muchos ayudadores encuentren trabajo diciéndoles a los demás lo que deben hacer. La dependencia de sus clientes les alimenta aún más el orgullo espiritual, al seguir ciegamente lo que dicen.¡El maestro verdadero no enseña nada!, solo muestra lo que ha logrado en sí mismo, como lo hizo Jesús y como lo muestran todas las sabiduríasancestrales.

Marianne Costa dice que si no tenemos tres opciones, no tenemos ninguna. ¡Así de generosa es la vida! Si alguien me dice que no estoy lista para algo: 1-puedo creerlo, 2-puedo no creerlo, o 3-puedo dudarlo. Cuando Sócrates decía “Yo solo sé que no se nada”, reconocía su ignorancia ante el misterio de la vida. Este hecho lo convierte en un sabio.

La vida es un misterio. Para vivir con plenitud, debemos asentir a esta realidad. Desde hace varios años, acostumbro iniciar el cierre de año desde finales de noviembre en lo que llamo un “desaceleramiento del yo”. Es mi manera de prepararme para las fiestas de navidad y preparar mi corazón para el nacimiento de mi niña divina.

La propuesta para cerrar el 2013 en un taller de chamanismo y constelaciones familiares, es tan solo una llamada para experimentar los caminos milenarios de sabiduría, en un escenario donde la búsqueda se vuelve encuentro: el mar. Cuando nos llega una llamada, podemostomarla, ignorarla o devolverla después. Sin embargo, la decisión es muestra, no podemos delegar la responsabilidad en el teléfono.

La sabiduría indígena dice “Siéntate a la orilla del mar y celebra tu propio misterio”, y yo comparto esta invitación contigo…