Origen de la crisis humanitaria haitiana

Origen de la crisis humanitaria haitiana

Es cierto, en Haití existe una crisis humanitaria, creada por la élite política y empresarial gobernante, que ha continuado Martelly. En el informe de la OEA no esperemos nada diferente, repetirá el término. Lo triste es que la población haitiana es muy trabajadora, no merece la miseria que ha soportado, la que no superará con gobernante como Martelly, que se pasea el mundo mintiendo y vendiendo pena.

Crisis humanitaria que es histórica y de la que también son culpables Francia, Canadá, los Estados Unidos y organismos como la OEA, por apoyar un Estado fallido y lavarse las manos. Donde no funcionan las instituciones civiles desde que Dessalines proclama la primera independencia de América Latina con el nombre Haití, como los aborígenes llamaban a la región montañosa.

La explicación está en su historia, desde el asesinato de Dessalines en 1806 hasta el día de hoy, cargada de lucha por el poder entre mulatos y terratenientes, luego entre militares y burguesía.

El que la estudia comprende cómo, del asentamiento francés Saint Domingue, que se origina de un pequeño grupo de bucaneros y corsarios, que se refugian en las costas septentrionales desde el siglo XVII, pasa de la colonia más rica del Caribe, que ocupaba la atención de las grandes potencias, al país más pobre del hemisferio. De tener las plantaciones de azúcar y café más productivas del Caribe, que enriquecieron a comerciantes y terratenientes franceses, a ser lo que son hoy. Es decir, explica el origen y los responsables de la crisis humanitaria de que se habla hoy.

No vayamos tan lejos en el tiempo, repasemos la historia comparada desde que mataron a Trujillo en 1960 hasta el 2010. Nuestro ingreso per cápita se triplicó, aumentó 5% anual (a precios constantes del 2000, de $700 a $2,000 dólares), mientras el de los haitianos retrocedió (de $700 a $490), aunque el PIB creció 1% la población aumentó más rápido. Respecto al per cápita de América Latina y el Caribe de $2,000 dólares en 1960 y $4,000 dólares en 2010, los dominicanos avanzamos y mucho mientras los haitianos retrocedieron y mucho. En 1960 ambos países tenían el mismo ingreso per cápita, 35% del de la región, los haitianos no tenían incentivos para emigrar hacia nuestro territorio.

En cincuenta años los dominicanos recortamos la distancia que nos separaba de América Latina, el per cápita subió a $2,500 dólares en 2010, a 63% del promedio regional. En el mismo periodo Haití echó para atrás, lo hizo a una velocidad que superó nuestro avance, el per cápita bajó a 12% del promedio de América Latina. Acumulamos riqueza y los haitianos pobreza.

Si las potencias quisieran resolver solo tendrían que dejar de apoyar el reciclaje de la élite, para dar paso a los miles de profesionales que todos los años se gradúan en universidades extranjeras, y que no regresan por falta de incentivos. Y deberían hacerlo rápido, porque la población podría repetir lo que sucedió a final del siglo XVIII, cuando Saint Domingue tenía alrededor de 500,000 esclavos, la mayor densidad de todo el continente. Los esclavos de los barracones no soportaron la opresión económica de sus amos y el resto es historia.

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