Origen del desastre

Origen del desastre

En economía, en buena medida el proceso de previsión del futuro se basa en el conocimiento de lo sucedido, lo que se espera ocurra forzosamente se relaciona con lo acontecido, porque es cierto que los hechos económicos no son totalmente imprevisibles, no son únicos y específicos.

Tómese como ejemplo la historia de los déficits del presupuesto; tiene una estructura y una regularidad que nos permite comprender lo que está sucediendo en la economía en este momento. A diferencia de lo que dice el Presidente Fernández, el déficit del presupuesto del 2011 y sus consecuencias de inestabilidad en los parámetros macroeconómicos, nada o poco tiene que ver con la crisis internacional, empezó con el exceso de gastos por 62,417 millones de pesos para reelegirse en el 2008, política que continuó para acumular 175 mil millones de pesos en los años 2008-2010.

El errático desempeño presupuestario redujo el ahorro interno, siendo  responsable además del exceso de gastos (demanda agregada) por 5,576 millones de dólares sobre la producción nacional (PIB) en el mismo periodo.

Como nadie puede gastar más de lo que produce durante un tiempo prolongado sin que tenga consecuencias, no se necesitaba ser oráculo para saber que la política generaría exceso de importaciones sobre las exportaciones, siendo los peledeístas responsables del déficit en la cuenta corriente que promedió 7.8% del PIB en los años 2008-2010, un nivel insostenible que carece de precedente en la historia económica dominicana. Son resultados que los denuncian como ineptos para el manejo de las cosas públicas, que explican porqué el presidente Fernández no pierde oportunidad para declinar su responsabilidad, haciendo uso de la gastada estrategia de mentir con frases cohetes y repetitivas. Lo hace porque nada tiene que decir, las evidencias delatan su mala gestión, la contrapartida del exceso de gastos fue un crecimiento temporal con empleos informales que postergó la inflación y la inestabilidad que ahora se hacen presente.

Una economía bien organizada, sin excesos ni populismo macroeconómico, es decir, una economía conducida con sabiduría y responsabilidad, no genera excesos presupuestarios, en la demanda agregada y en el sector externo, como ha sido característico en la gestión peledeísta. Una de las enseñanzas de la historia es que permanentemente no se puede estar comprando más productos y servicios en el exterior de los que se vende, porque la fiesta termina en cualquier momento, llega cuando se deja de tener superávit en la cuenta de capital por el mismo monto del déficit en la cuenta corriente.

Al país le pasó en los últimos dos años, se perdieron reservas internacionales por 546 millones de dólares y con retraso está generando volatilidad y ascenso en los precios.

Otra de las enseñanzas de la historia es que la economía tiene más de psicología y menos de ciencia, con la regularidad de que cuando se tiene un déficit externo en crecimiento por excesos en el presupuesto, los inversionistas piensan que el país no es un lugar seguro para sus capitales. Explica porqué ha sido artificial buena parte del capital ingresado en los últimos años y que el resto sea del Gobierno, que se excedió pidiendo prestado al exterior para financiar el presupuesto.

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