Orígenes de la presencia masiva e ilegal de haitianos

Orígenes de la presencia masiva e ilegal de haitianos

La presencia de indocumentados en cualquier territorio,  no es responsabilidad exclusiva del país del cual emigran, pues si bien deben existir mecanismos que impidan las salidas indebidas, los responsables de establecer los controles para evitar las entradas irregulares es responsabilidad fundamentalmente del país al que ingresan. En el caso de los haitianos corresponde a  esta parte de la isla.

El problema se ha ido agravando luego del lamentable   terremoto; sin embargo, la migración haitiana sin documentación viene de lejos, pero no se le ha dado el tratamiento que requiere.

Algunos estudiosos  resaltan que la presencia masiva de haitianos, entre otros aspectos, se inicia con las persecuciones de Dessalines contra los blancos; la ocupación de nuestro territorio en 1822; los miles de haitianos que ocuparon Hincha y Las Caobas tras la separación, y Veladero y Cachimán luego de la guerra restauradora; sin embargo, como de allá para acá ha llovido mucho, hay que analizarlo desde varias vertientes.

Por ejemplo, cuando se produce el bum de la industria azucarera y se construyen nuevos centrales azucareros, llegando a ser denominada  “la espina dorsal de nuestra economía”, se requerían miles y miles de braceros haitianos cada año, sin hablar de los que se dedican a recolectar café y otras actividades agrícolas e industriales.

Tanto la industria azucarera estatal como privada,  recurrían a la búsqueda de los braceros  para el corte y algunas otras labores de campo  por cualquier vía, lo que permitió el surgimiento de un gran negocio, en manos de personas civiles y militares con suficientes influencias políticas tanto en uno como en otro lado.

Se llegó incluso al establecimiento de Contratos mediante los cuales las empresas azucareras a través del gobierno le pagaban cuotas al gobierno haitiano por cada bracero, pero al margen de este protocolo,  para facilitar la adquisición de más haitianos recurrían al  llamado método “ambafil”, una expresión que en francés o creole  “en bas fil” significa por debajo de la cuerda.

Muchas personas importantes: empresarios, militares, políticos, han ganado mucho dinero en esta actividad, contando con apoyo logístico de las autoridades de aquí y de allá para poder traer vehículos llenos, pasando frente a las narices  de los diferentes puntos de chequeos sin problemas.

Al finalizar las zafras muchos braceros   retornaban a su país, pero algunas empresas como autoridades azucareras de cierto modo  estimularon a muchos a quedarse, facilitándoles protección para que  trajeran sus familias  a fin de tenerlos a plena disposición y a menor precio.

Imaginamos que basado en esa  situación,  el  experto internacional a que hice referencia en el artículo anterior expresó: “empresas dominicanas y extranjeras influyentes colaboraron con el proceso migratorio masivo de  nacionales haitianos”.

Todavía hoy, la industria de la construcción,  azucarera,  agroindustriales como informales,  siguen dependiendo de esa mano de obra, mientras las autoridades dominicanas continúan   postergando la puesta en vigencia, de leyes regulatorias claras, efectivas y acordes a los tiempos presentes. 

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