Por: Yessica Cuello
El Día de los Muertos es una tradición mexicana celebrada el 1 y 2 de noviembre, en la que se honra a los difuntos. Se originó como un sincretismo entre las celebraciones católicas, especialmente el Día de los Fieles Difuntos y de todos los Santos, así, como las diversas costumbres de los indígenas de México.
Es una festividad que se celebra principalmente en México, donde es originaria, en países latinoamericanos y en menor grado en países de América Central y en la región andina en América del Sur, desde el noroeste de Argentina hasta los Estados Unidos, en zonas donde existe una gran población indígena.
El ritual realizado en el Día de Muertos, fue catalogado en el 2008 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Esta tradición se remonta a la época prehispánica, y desde entonces es festejada a través de los diversos rituales, como la visita a los cementerios. Ya sea de día o de noche, las familias acuden en forma respetuosa y colocan arreglos florales y velas sobre las tumbas, para así mostrarles a las almas el camino para regresar a casa.
En República Dominicana, se celebra la Conmemoración de los Fieles Difuntos o popularmente Día de los Muertos, el propósito de este día es orar por aquellos fieles que acabaron su vida terrenal, especialmente, por aquellos que se encuentran aún en estado de purificación en el Purgatorio.
Los elementos que se pueden encontrar en los altares de muertos son:
- Las velas blancas: símbolo de amor que guía a las almas al altar.
- Flores
- Objetos personales del difunto y fotografías: en forma de homenaje.
- Agua para saciar la sed del difunto.