Oro sangriento fluye de forma ilegal en Rep. Centroafricana

Oro sangriento fluye de forma ilegal en Rep. Centroafricana

Cubierto de polvo amarillo de pies a cabeza, Freddy Bonjour está agotado luego de una jornada de búsqueda de oro -con las manos y una pala como únicas herramientas- en la zona este de la República Centroafricana.

Al igual que sus compañeros, Bonjour dice que su vida y su trabajo eran mejores antes de que estallara la guerra en el país y los combatientes del grupo rebelde Seleka, de mayoría musulmana, empezaran a exigir impuestos y comisiones ilegales. La alianza de milicias antigubernamentales dice que el dinero recaudado sirve para pagar alimentos y seguridad.

“Lo hemos perdido todo”, dijo Bonjour, que tiene 28 años, en en Djoubissi, unos 316 kilómetros (196 millas) al noreste de la capital, Bangui. “Seleka controla la mina.”

Los ingresos generados por la exportación ilegal de oro, diamantes y otros recursos alimentan el conflicto en República Centroafricana. Por lo menos 3.000 personas han muerto, dicen las Naciones Unidas. Más de 2,5 millones necesitan asistencia humanitaria urgente y alrededor de 1 millón ha abandonado su casa y ha huido a campamentos o a países vecinos.

Un equipo del Consejo de Seguridad de la ONU que inició hoy una visita al país debe garantizar que la protección de los civiles y la justicia por los “brutales asesinatos que han asolado” el país ocupen los primeros lugares de su agenda, dijo Human Rights Watch, que tiene sede en Nueva York, en una nota por correo electrónico.

El país está dividido entre una red de milicias de mayoría cristiana en el oeste, y los rebeldes de Seleka que controlan el este. Una autoridad de transición que llegó al poder en enero de 2014 no ha logrado extender su poder más allá de Bangui, donde Seleka derrocó al presidente François Bozize en marzo de 2013 antes de perder poder a manos de las milicias.

Seleka controla “sectores de territorio” de las regiones productoras de oro y diamantes del este de República Centroafricana, según un informe que difundió en noviembre el Servicio Internacional de Información para la Paz.

Una de las principales exigencias de la milicia al iniciar su rebelión en 2012 era la restitución del oro y los diamantes “robados” por el régimen de Bozize, dijo el grupo de análisis con sede en Amberes, Bélgica. En 2008 se enviaron soldados y funcionarios gubernamentales a las zonas mineras y se confiscaron los diamantes, dijo.

El general Audarrassa Mahamat, coordinador militar de la Unión para la Paz en la República Centroafricana, un sector de Seleka, negó que sus soldados impusieran gravámenes ilegales a los trabajadores.“No tomamos diamantes ni oro”, dijo imperturbable ante el estruendo de la artillería pesada en torno de su sede en Bambari. “Los trabajadores dan a los soldados dinero para alimentos y seguridad”. Mahamat se quiso contestar preguntas sobre los impuestos que deben pagar compradores y operadores.

LAS CLAVES

1. Ingresos metales

Los ingresos generados por la exportación ilegal de oro, diamantes y otros recursos alimentan el conflicto en República Centroafricana.

2. Mucha muerte

Más de 2,5 millones necesitan asistencia humanitaria urgente y alrededor de 1 millón ha abandonado su casa y ha huido a campamentos o a países vecinos.El país está dividido entre una red de milicias de mayoría cristiana en el oeste, y los rebeldes de Seleka que controlan el este.

 

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