Oro y dominicanidad

Oro y dominicanidad

Félix Sánchez le entregó ayer a la República Dominicana, desde Atenas, la primera medalla de oro conquistada por el país en juegos olímpicos. Recorrió en 47.63 segundos los 400 metros con vallas, y el corazón de todo un pueblo le acompañó en la carrera, seguro de que alcanzaría el triunfo.

Sánchez, que nació en Nueva York de padres dominicanos, se ha adueñado de los 400 metros con vallas y, seguro, la presea olímpica es solo una cuenta en el rosario de éxitos que le espera en su esfuerzo por alcanzar la hazaña del estadounidense Edwin Moses, quien logró en esa especialidad 122 victorias consecutivas en diez años.

Hasta ayer, nuestra única medalla olímpica era la de bronce conquistada en las olimpíadas de 1984, en Los Angeles, por el campeón mosca Pedro Julio Nolasco.

Super Sánchez se coronó campeón del mundo en las competencias de atletismo de Edmonton en el 2001 y en las de París en el 2003, donde hizo un tiempo de 47.25, considerado el mejor del año en todo el mundo. Su triunfo en Atenas, con tiempo de 47.63, es el número 43 consecutivo. Su más cercano contendor en la carrera de ayer fue el jamaiquino Danny McFarlane, quien hizo 48.11 y ganó plata, y el francés Naman Keita, con 48.26 y medalla de bronce.

En los XIV Juegos Panamericanos Santo Domingo 2003 Sánchez volvió a poner en alto el orgullo dominicanista, que además él enaltece al descartar representar a otro país que no sea la República Dominicana, esto a propósito de las ofertas que se le han hecho por tener también la nacionalidad estadounidense.

Gracias a Sánchez, el país cuelga de su pecho una medalla olímpica de oro, y nuestro mejor deseo es que el oro de la dominicanidad siga brillando en los 400 metros con vallas, hasta las 122 victorias de Moses y mucho más allá.

Depuración

El Procurador General de la República tiene facultades para disponer la excarcelación de un recluso por razones de salud. Ese parece haber sido el caso del ex procurador Víctor Céspedes Martínez y Ormis Freddy Peña Méndez, ex vicecónsul dominicano en Puerto Príncipe condenado por drogas, quien fue excarcelado el 14 de este mes.

Lo que llama la atención es que esa excarcelación se produjera en plena transición y apenas dos días antes del cambio de mando. Más aún, que se haya hecho en favor de un condenado por tráfico de drogas y no se haya hecho lo mismo con decenas de enfermos terminales que hay en las cárceles del país.

Todo indica que deben ser revisados y depurados los procedimientos que median para la excarcelación de una persona y las facultades mismas para ordenar dicha excarcelación.

Hemos cuestionado que al representante de un poder del Estado, en este caso el Presidente de la República, se le confieran poderes que invaden y anulan decisiones atinentes a miembros de otro poder del Estado, en este caso el Judicial. El indulto, quiérase o no, es una facultad intrusiva, que merece ser revisada y depurada.

En lo que concierne a las excarcelaciones por razones humanitarias, debería regir algún tipo de ordenamiento que evite exclusiones o privilegios. El resultado debe ser que sean tomados en cuenta todos los que, por deterioro real de la salud, sean elegibles para ser beneficiados con esta gracia.

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