Orquídeas más cerca de sus admiradores

Orquídeas más cerca de sus admiradores

Por su fama de complicadas y lo exótico de muchas de sus especies, la orquídea, fue considerada en algún tiempo como un lujo reservado a los pocos que supieran cultivarla o pudieran pagar su precio.

Y aunque siguen siendo un espectáculo dondequiera que se exhiban, las orquídeas han perdido cierta exclusividad, puesto que puede encontrar varias especies de estas exóticas flores en diversos establecimientos comerciales y a precios cada vez más asequibles.

El privilegio se lo debemos a la tecnología, que ha permitido que algunas de las especies más populares, estén más cerca de sus admiradores.

Un par de décadas atrás su cultivo era muy rudimentario, y se hacía a través de semillas, pero nuevos métodos han permitido aumentar la producción y “mejorar” algunas especies desde el punto de vista estético.

Roberto Rodríguez Ayala, presidente de la Sociedad Dominicana de Orquideología, explica que la tecnología ha sustituido el cultivo tradicional por semillas al reproducir las orquídeas en laboratorio a través de meristemos. Estos son tejidos embrionarios de las plantas que se extraen de lugares de crecimiento de la planta y cuyas células se dividen continuamente para crear nuevos tejidos vegetales, lo que permite una producción a mayor escala.

“En países de Asia como China, Taiwán y Japón, muchos laboratorios se dedican especialmente a este cultivo de orquídeas, lo que ha permitido abaratar muchísimo el costo de la planta. De hecho, la mayoría de las plantas que se venden en el país no son nativas. Nosotros tenemos alrededor de 300 especies nativas, pero nuestras especies no son tan vistosas en tamaño como esos híbridos o como la cattleya centroamericana, la suramericana, que generalmente son flores más grandes. Las asiáticas, las vandas, la phalaenopsis y otras plantas que vemos en los supermercados y muchas tiendas no son especies originales, son híbridos que han logrado aumentar el tamaño de la flor”, comenta Rodríguez Ayala.

Fans de las orquídeas. Hay verdaderos aficionados de este tipo de plantas, quienes dedican tiempo y dinero para conocer y coleccionar especies de orquídeas. Y no son pocos.

Rodríguez Ayala resaltó que a la más reciente Exposición de Orquídeas, que se efectúa cada año en el Jardín Botánico Nacional, asistieron más de siete mil personas en cuatro días.

“La mayoría de las personas inicia su pasión por una orquídea que le regalaron, que les floreció de nuevo y se dieron cuenta que no era tan difícil como pensaban. Muchos de estos seguidores de las orquídeas se acercan al Jardín Botánico para conocer más de la planta, ya que éste tiene la mayor colección de orquídeas nativas”, agrega.

Todos comienzan por una orquídea favorita y poco a poco se van dejando fascinar por la extensa y llamativa variedad de flores de esta familia.

Para los que quieran iniciarse. El experto asegura que “cultivar una orquídea es menos difícil de lo que la gente piensa. A veces la matamos por exceso de cuido. La queremos cuidar tanto que sin darnos cuenta la mojamos en exceso, la tratamos de cuidar que no le dé mucho sol o mucha sombra, pero no le damos la ventilación adecuada… Lo más importante es comenzar a conocer las variedades porque cada género tiene características específicas, ya sea mucho o poco sol, más o menos agua. Debemos imitar el entorno de donde vino la planta para que pueda crecer”.

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