Ortega “talibaniza” Nicaragua con disolución de cámaras, dice empresaria

Ortega “talibaniza” Nicaragua con disolución de cámaras, dice empresaria

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, se encuentra en un proceso de “talibanizar” el país debido a que se siente “acorralado” y sus respuestas son “desesperadas”, dijo este lunes la empresaria nicaragüense exiliada Lucy Valenti.

La empresaria, que fue presidente de la Cámara Nacional de Turismo de Nicaragua (Canatur), se expresó así tras analizar la disolución del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) y 18 de las cámaras empresariales que la integran, por parte del Gobierno de Ortega, a través del Ministerio de Gobernación.

La cancelación de la personalidad jurídica del Cosep, que es la principal cúpula patronal de Nicaragua, y de 18 de sus cámaras, “es parte del proceso de radicalización y talibanización del régimen”, señaló Valenti en declaraciones a la plataforma 100 % Noticias.

“La dictadura se siente acorralada y toma medidas desesperadas”, sostuvo. Según la expresidenta de Canatur y antigua miembro del Cosep, la disolución de las cámaras empresariales era algo que esperaban y que solo era cuestión de tiempo.

CRECERÁ RECHAZO INTERNACIONAL

A juicio de la empresaria, las últimas medidas adoptadas por el Ejecutivo sandinista, entre ellas las de retirar la nacionalidad a 317 nicaragüenses, “lo que ha hecho más bien es profundizar el rechazo de la comunidad internacional, del mundo libre y democrático, ante un régimen y una dictadura que está quitando cualquier vestigio que quedaba de cualquier tipo de independencia» de las instituciones del Estado.

Por su lado, el dirigente opositor nicaragüenses desnacionalizado y excarcelado Félix Maradiaga dijo en un pronunciamiento que el cierre del Cosep y de sus cámaras “es un paso más hacia el acelerado camino de la cubanización, emprendido por el orteguismo».

“Al igual que otras medidas ilegales y tiránicas, esta nueva estocada a las libertades públicas, es también un golpe a la economía y el bienestar de todos los nicaragüenses, sin excepción”, consideró Maradiaga, uno de los 222 excarcelados y enviados a Estados Unidos el pasado 9 de febrero.

¿NICARAGUA SE AISLA DEL LIBRE MERCADO?

Para Maradiaga, “el cierre del Cosep no sólo es un golpe a la iniciativa privada, sino también un golpe al pueblo trabajador».

“Con esta medida, Ortega aísla aún más a todo el país del libre mercado, y lo acerca a las tiranías como Cuba, Venezuela, China e Irán”, indicó.

El dirigente opositor instó a los sectores empresariales de Nicaragua y de toda la región “pronunciarse sin vacilación». El Cosep fue disuelto este lunes por ley tras 32 años de existencia, en uno de los golpes más duros contra las cámaras empresariales que ha propinado el Gobierno de Ortega.

La disolución de la Asociación Cosep, creada el 26 de diciembre de 1991, fue aprobada por la ministra nicaragüense de Gobernación, María Amelia Coronel Kinloch, y publicada en el Diario Oficial La Gaceta.

Junto al Cosep fueron disueltas otras 18 cámaras empresariales que pertenecen a esa cúpula patronal, entre ellas la Asociación Cámara Minera de Nicaragua (Caminic), creada el 10 de octubre de 1995 y a la que pertenecen las empresas que extraen y venden oro, el principal producto de exportación.

LOS ARGUMENTOS DEL GOBIERNO

Según Gobernación, las cámaras que estaban inscritas como organizaciones no gubernamentales (ONG) no completaron el proceso de convalidación de registro o presentaron inconsistencias en la información.

Entre otros, mencionaron variaciones en cuentas sin justificar, diferencias de saldos sin soportes en cuentas, y que no reportaron detalle de ingresos y gastos.

Hasta el 2018, año en que estallaron unas manifestaciones antigubernamentales, el Cosep mantuvo una alianza de consenso con el Ejecutivo y los sindicados sandinistas.

Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde abril de 2018, que se ha acentuado tras las controvertidas elecciones generales del 7 de noviembre de 2021, en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con sus principales contendientes en prisión o en el exilio.