La exvicepresidenta de la República Dominicana Milagros Ortiz Bosch, aseguró en Nueva York que la inequidad por razones de género continúa postergando la existencia de un mundo justo, y que la humanidad es deudora de todas las injusticias que sufrió la mujer por ser soporte del avance de la sociedad.
La vicepresidenta del Partido Revolucionario Moderno (PRM) consideró además que la violencia contra la mujer es uno de los grandes problemas que afectan a las sociedades.
Ortiz Bosch estimó que es un proceso cultural arrastrado por la historia, pero que llegó el momento en que todos deben ponerse de acuerdo y crear una salida donde surja un mundo de iguales.
La dirigente perremeísta habló en esos términos al pronunciar la conferencia magistral “Equidad de género en la sociedad actual”, en el marco de la conmemoración del “Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer”, actividad organizada por el Movimiento Independiente Rescate Democrático (MiRD).
En ese contexto la reputada política dijo que en un mundo globalizado es obligación de todas las naciones luchar por la igualdad, darle a la mujer lo que realmente le pertenece, definiendo esto como un compromiso impostergable que habrá de cumplirse en este siglo XXI.
Ortiz Bosch consideró que aunque las mujeres han avanzado en muchos ámbitos, todavía faltan muchas metas por lograr.
Destacó que la pobreza, la falta de oportunidades, su uso en la prostitución, el tráfico humano y el narcotráfico, son prácticas de violencia contra la mujer.
La actividad. La conferencia se llevó a cabo en la Iglesia Scientology de Harlem, ubicada en el 220 E 125th St, New York, NY 10035, y se inicio con las palabras introductorias de Germán Batista, encargado de las relaciones con la comunidad latina de dicha iglesia.
Ortiz Bosch estuvo acompañada en la mesa principal por Sarah Machado, Manuel Lantigua, Aris Guevara, Fe María Santiago, Miguel Santiago y Natividad Cruz.

Igualmente asistieron personalidades representativas de diferentes organizaciones políticas, culturales, sociales y religiosas que tienen una presencia activa en la comunidad de Nueva York.