POR MICHAEL SILVERMAN
Del Boston Herald
NEW YORK – Mientras esperan el certificado de defunción, los Medias Rojas del 2006 pueden ser evaluados como individuos, no como un equipo. No estaba supuesto a terminar así. En esta ciudad donde los juegos entre los Medias Rojas y los Yanquis solían valer para algo, este fin de semana pasado fue demasiado claro de que en Boston solo se piensa en evaluar el talento joven de Dustin Pedroia y David Murphy, así como en esperar a ver los récords o premios de jugadores como David Ortiz.

El primer esfuerzo solo puede ser aplaudido. El segundo quiere que todo se acabe pronto.

A un jonrón de empatar con Jimmie Foxx en los libros de récords de Boston con 50, y encima de todo el mundo en la Liga Americana, con 49, cómo olvidarnos de que Ortiz todavía es candidato parsa el premio al Jugador Más Valioso.

Podría decir que nada de esto es culpa de Ortiz, y estaría 100 por ciento correcto, pero luego tendría que admitir que Ortiz no se hizo favores con sus comentarios sobre Derek Jeter. Claro, sus citas fueron presentadas peor de lo que realmente fueron dichas, pero él las dijo y ahora las sufre… callado.

Ortiz dijo a Steve Buckley que Jeter y él habían hablado del asunto aunque no reveló mucho sobre el asunto. Por eso, no ha habido oportunidad de acabar con este tema. El dominicano no quiso hablar con nadie de la prensa, ni de Boston ni de Nueva York durante este viaje.

“Hablaré con ustedes en Boston”, dijo más de una vez, reiterándolo de nuevo el domingo. Después del juego y el jonrón 49, Ortiz volvió a ignorar la prensa, como el sábado. Cuando los Medias Rojas decidieron que era tiempo de cerrar el clubhouse, dijeron que Ortiz no respondería peticiones de la prensa.