Osasuna a su primera final

Osasuna a su primera final

MADRID (EFE).- El Osasuna certificó esta noche, a costa del Atlético de Madrid, la clasificación para la final de la Copa del Rey por primera vez en su historia y ahora sueña con escribir la página más brillante de sus 85 años de vida el próximo 11 de junio, con el Betis como adversario.

El equipo del mexicano Javier Aguirre, después de avanzar a trompicones durante todo el campeonato de Liga y no asegurar la permanencia en Primera hasta el pasado sábado, está a un paso de entrar en el selecto club de los ganadores del torneo copero.

En el estadio Vicente Calderón, con un empate a cero tras vencer en la ida (1-0), el Osasuna puso fin al maleficio que le impedía superar la ronda de los cuatro mejores en la Copa. Después de cuatro semifinales perdidas, a la quinta fue la vencida.

La primera la disputó en la temporada 1934-35, contra el Sevilla, y cayó derrotado en los dos partidos. El equipo andaluz le goleó en la ida (4-1) y se impuso por 0-1 en Pamplona en el segundo asalto de la eliminatoria. El Sevilla fue luego el campeón, al vencer en la final al Sabadell (3-0). El Osasuna volvió a clasificarse para las semifinales la temporada siguiente, la 35-36, y su rival en esa ocasión fue el Barcelona. El primer duelo lo disputó en casa y ganó por 4-2, pero en la vuelta sufrió una contundente derrota (7-1). El equipo catalán cayó en la final ante el Real Madrid (2-1).

Más de cincuenta años después, en la campaña 87-88, el Osasuna alcanzó por tercera vez la penúltima ronda de la Copa. El sorteo quiso que el Barcelona fuese de nuevo su adversario y, a la postre, su ‘verdugo’.

Un empate a cero en El Sadar y una derrota en el Camp Nou (3-0) apartaron al Osasuna de una final que los azulgranas ganaron a la Real Sociedad (1-0).

Los sueños de éxito del Osasuna en la Copa se frustraron de nuevo en semifinales hace dos años, en la temporada 02-03. Se enfrentó al Recreativo de Huelva, por aquel entonces colista de la Primera División, y partía como claro favorito, pero volvió a fallar.

El equipo de Javier Aguirre comenzó a alejarse de la final en el Estadio Colombino, donde perdió por 2-0. En El Sadar igualó la eliminatoria en los primeros 45 minutos, pero el equipo andaluz marcó dos goles en el arranque del segundo tiempo y firmó un empate (2-2) que dejó desolados a los jugadores y aficionados osasunistas.

Fue uno de los golpes más duros sufridos por el Osasuna en toda su historia. El título esa temporada fue a parar a las vitrinas del Mallorca, que se impuso al Recreativo en la final por 3-0.

Pero el destino ha dado al equipo navarro la oportunidad de resarcirse sólo dos años después y, por fin, los rojillos han abierto las puertas de la final.

Una hazaña que se convertirá en un sueño hecho realidad si levantan la copa el próximo 11 de junio.

El acceso a la final, de paso, sitúa al Osasuna cerca de Europa. Participará en la próxima edición de la Copa de la UEFA si gana al Betis, y también si pierde, siempre que el equipo verdiblanco se clasifique entre los cuatro primeros de la Liga y logre una plaza para la Liga de Campeones.

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