Oscar Arias Sánchez, Doctor Honoris Causa

Oscar Arias Sánchez, Doctor Honoris Causa

POR NELLY RAMÍREZ
Muchas son las cualidades que describen y adornan a Oscar Arias Sánchez, ex presidente de Costa Rica y Premio Nobel de la Paz, las que lo convierten en un ciudadano del mundo comprometido con una mejor y más justa sociedad global. Para reconocerle sus méritos, el Consejo Directivo de la Universidad Iberoamericana (UNIBE) le concedió el título de Doctor Honoris Causa.

Durante una solemne ceremonia, presidida por los principales directivos de la casa de estudios superiores, a la que asistieron juristas, diplomáticos, empresarios e invitados especiales, el ex mandatario de Costa Rica  recibió el alto mérito.

El programa inició con la instalación del Consejo Regente de la Universidad Iberoamericana; la entrada del Consejo Académico seguido del rector, Gustavo Batista Vargas; interpretación de la marcha Pompa y Circunstancia de Edward Elgar, a cargo de la Orquesta de Cámara de Santo Domingo, dirigida por el maestro Samuel Herrera, así como la llegada del candidato al grado acompañado de su padrino, Abraham Hazoury Toral, presidente del Consejo Regente.

Tras la interpretación del himno Veni Creator Spiritus, el coro de la Universidad y los himnos nacionales de República Dominicana y de Costa Rica, se procedió a la solemne investidura, primero con las lecturas de la resolución que concede el mérito, a cargo de la registradora de UNIBE, Rosy Escoto de Matos, y la semblanza por Abraham Hazoury Toral, padrino.

El rector Gustavo Batista Vargas impuso el birrete a Oscar Arias Sánchez, el anillo, símbolo del saber; la medalla de la universidad y el título y, finalmente, la registradora le tomó el juramento.

Luego el rector y el padrino dieron un abrazo al nuevo Doctor Honoris Causa, quien enseguida expuso un extenso discurso de nueve páginas en el que expresó su sentir por la situación política, social y económica que viven las  sociedades de Latinoamérica.

El ex presidente de Costa Rica expresó que “los latinoamericanos descubrimos que nuestra nueva democracia está naciendo de un parto lleno de dolor, de una política contaminada por la violencia, el hambre, el crimen, la droga, la falta de vivienda, la corrupción, la insalubridad, insuficiencia educativa, la desatención del niño, de la mujer y del anciano, la explosión demográfica y el deterioro ambiental”.

Añadió: “Nos encontramos en un momento crítico en la historia de América Latina: un momento en el que nuestros pueblos deben escoger su futuro. Mientras el mundo se vuelve más interdependiente y a la vez más frágil”.

Al término del discurso del galardonado las autoridades marcharon al compás de la Marcha Pompa y Circunstancia de Edward Elgar, con el que fue clausurada la ceremonia.

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