La temporada 2012-13 del béisbol otoño-invernal de la República Dominicana ha presentado una serie de jugadores novatos que han causado estragos para los contrarios.

Y hasta ahora, el más destacado de todos ha sido el jardinero Oscar Taveras, de las Águilas Cibaeñas.

Jugando en el prado derecho de las Águilas casi toda la temporada, Taveras ha jugado como todo un veterano de mil batallas.

Al llegar a la jornada de ayer, Taveras presenta un robusto promedio de .303, acompañado de cuatro cuadrangulares y 14 remolcadas.

Taveras también acumula siete dobles y ha anotado 22 carreras.

También tiene un buen porcentaje de embasarse de .377 y en la defensa no ha sido un problema.

El caso Ramírez.  Otro que se ha dejado sentir con fuerza es el intermedista de los Toros del Este, José Ramírez.

 Originalmente el muchacho no estaba en los planes del dirigente Eddy Díaz, pero su carisma y su ímpetu en las prácticas le ganaron una posición que nunca ha perdido desde que comenzó a ver acción.

En 27 partidos con el equipo de La Romana, Ramírez presenta un jugoso promedio de .344 y aunque no tiene jonrones y apenas un par de dobletes, su juego ha estado muy por encima del promedio todo el año.

De hecho, gran parte del éxito de los Toros en la primera parte de la campaña se debió a Ramírez.

El impacto Ozuna.  Si la campaña solo durara un mes y medio, Marcell Ozuna, de los Gigantes del Cibao, hubiera sido el indiscutible Novato del Año.

 Con ocho jonrones y 23 remolcadas, Ozuna tuvo un impacto tempranero pero se ha ido desplomando hasta caer a un promedio de .211 antes de la acción de ayer.

Aun así, recibirá consideración al premio.