Osiris de León afirma que construcciones  en  suelo arcilloso no resisten sismo fuerte

Osiris de León afirma que construcciones  en  suelo arcilloso no resisten sismo fuerte

El geólogo Osiris de León defendió sus planteamientos técnicos en cuanto a las construcciones antisísmicas   y los tipos de suelos, cuestionados por dirigentes  de la Sociedad Dominicana de  Sismología e Ingeniería Sísmica (Sodosísmica). A continuación el texto íntegro de una  carta entregada a la dirección de  Hoy:

“Bienvenido Álvarez Vega. Director periódico Hoy.

Distinguido Sr. Director.

La edición de esta fecha (ayer) del  prestigioso periódico Hoy recoge una excelente entrevista realizada por el Grupo de Comunicación Corripio a los Directivos de la Sociedad Dominicana de Sismología e Ingeniería Sísmica (Sodosísmica), la cual contiene una afirmación del Ing. Héctor O’Reilly,  donde dice textualmente que » Una estructura se desploma si el diseño estructural está incorrecto, no importa las características del suelo», afirmación que difiere de lo que demuestran los terremotos de muchas ciudades del mundo.

Los profesionales dominicanos vinculados por 30 años a la geología y a la sismicidad debemos ver detenidamente el espejo de Haití, como bien lo señala en la misma entrevista el Ing. Leonardo Reyes Madera, y como lo hemos dicho nosotros cientos de veces en los medios de comunicación, porque todas las edificaciones que colapsaron en Puerto Príncipe estaban construidas sobre suelos arcillosos y arenosos, como el Palacio Nacional, la Catedral, el Palacio de Justicia, el hotel Montana, etc., grandes estructuras construidas por ingenieros,  pero al sur de Petionville no colapsó ninguna estructura levantada sobre la roca caliza, ni siquiera las edificaciones paupérrimas construidas sin el más mínimo criterio ingenieril.

Hay que sacar un poco de tiempo para recorrer la carretera que conduce de Petionville a Fermate, justo a 15 kilómetros al este del epicentro del sismo del 12 de enero de 2010, donde no hay una sola edificación agrietada, ni mucho menos colapsada, por estar sobre roca caliza rígida, mientras casi todas las estructuras emblemáticas de Puerto Príncipe, ubicadas a mayor distancia del epicentro del sismo, pero construidas sobre suelos flexibles, colapsaron verticalmente matando unas 300,000 personas.

Los barrios extremadamente pobres de la zona sur y suroeste de Petionville, cercanos al epicentro del sismo, construidos por la propia gente, sin ninguna norma ingenieril, sin suficientes varillas, sin cemento de buena calidad,  y que exhiben graves defectos de pisos blandos,  se quedaron todos de pie, sin una sola columna afectada por cortante y sin una sola casa colapsada, porque están levantados sobre roca caliza de buena calidad,  mientras los edificios construidos por los grandes ingenieros, sobre suelos arcillosos, sufrieron un vergonzoso colapso nunca imaginado en Puerto Príncipe.

Todos los especialistas de la Sociedad Dominicana de Sismología saben muy bien que las ciudades de Santiago y La Vega fueron destruidas por los terremotos de 1562 y 1842 por estar levantadas sobre suelos arcillosos y arenosos, pero que la ciudad de Santo Domingo, construida sobre roca caliza coralina, se mantiene de pie después de siete terremotos de magnitud superior a 7.0 Richter, incluyendo uno de 8.1 Richter, y todos sabemos que la Ciudad Colonial de Santo Domingo fue construida con los mismos criterios de mampostería utilizados en Santiago y La Vega.

De ahí que la diferencia entre la gran destrucción de Santiago y La Vega, en el pasado, y de Puerto Príncipe, hace dos años, versus la ausencia de daños en la ciudad colonial de Santo Domingo, y en la comunidad de Fermate, al suroeste de Petionville, no fue la ingeniería, sino el comportamiento diferente entre las rocas rígidas que permiten el rápido paso de las ondas sísmicas de cizallamiento, y los suelos flexibles donde las mismas ondas sísmicas de cizallamiento viajan muy lentamente, se amplifican y el suelo vibra largo rato.

Todo entendido en ingeniería sismo resistente sabe muy bien que el principal responsable del comportamiento sísmico de una estructura es el tipo de suelo, y que el segundo responsable es la propia estructura, de forma tal que estructuras malas, construidas sobre rocas buenas, como pasó en Haití, se comportan sísmicamente bien, pero que estructuras aparentemente buenas, sin criterios de sismo resistencia, se comportan sísmicamente mal cuando están construidas sobre suelos flexibles, como pasó en Haití, y que es sobre el suelo flexible donde los estructuralistas deben emplearse a fondo para diseñar estructuras verdaderamente sismo resistentes.

Por más mal construidas que hayan estado las principales edificaciones colapsadas en Puerto Príncipe, debieron estar mejor construidas que las edificaciones coloniales de Santo Domingo, porque estas últimas no tienen refuerzos de varillas, ni tienen concreto de alta resistencia, ni fueron hechas cumpliendo un código de sismo resistencia, pues son estructuras coloniales de bloques de caliza coralina, unidos con vieja argamasa de cal, y no colapsaron con el terremoto del 04 de agosto de 1946, de magnitud 8.1 Richter, ubicado a tan solo 150 kilómetros al norte de Santo Domingo.

Si toda la Ciudad Colonial de Santo Domingo hubiese estado levantada sobre suelos arcillosos o arenosos, como los del Cibao, hace siglos que hubiese desaparecido con los grandes terremotos que ha sufrido nuestra isla desde 1562 hasta el presente, pero muy especialmente con el tremendo terremoto de 1946.

El terremoto de México, en 1985, de magnitud 8.1 Richter, igual al nuestro de 1946, tuvo su epicentro a 330 kilómetros al noroeste del Distrito Federal,  sin embargo, destruyó toda la zona central y sur de la ciudad capital mexicana, por estar levantada sobre suelos flexibles de un antiguo pantano, mientras la zona periférica, construida sobre roca de buena calidad, se quedó de pie.

La distancia desde Ciudad México al epicentro del sismo de 1985 es poco más del doble de la distancia desde Santo Domingo al epicentro del sismo de 1946, sin embargo, ciudad México fue destruida con el sismo de 1985 y la Ciudad Colonial de Santo Domingo quedó intacta con el terremoto de 1946. Y eso debe ser lo suficientemente explícito para que todos estemos bien claros de la respuesta sísmica de los suelos y de las rocas.

Agradeciendo la amabilidad de vuestra atención, le saluda”.

Muy atentamente,

R. Osiris de León.

Ingeniero geólogo.

Academia de Ciencias República  Dominicana.

Las claves

1.  Referencias

 De León recordó que  los  terremotos de 1562  y 1842 destruyeron las ciudades de Santiago y La Vega  por estar sobre terrenos arcillosos y sin embargo, la Catedral y la Ciudad Colonial se mantuvieron de pie porque se encuentran  levantados en terrenos de roca caliza coralina y ha resistido a 7 terremotos de 7 grados y uno de 8 grados.

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