El geólogo Osiris de León consideró hoy que el puente Los Pilones en lugar de ser reconstruido con gravas y arenas susceptibles a la erosión, debe ser reconstruido con bloques de rocas, tipo escollera, a fin de evitar que un nuevo evento meteorológico pueda erosionar sus aproches.

Explicó lo ideal para resolver definitivamente el problema del puente de Los Pilones es la construcción de un nuevo puente de tablero mucho más alto, para que a pesar de la crecida máxima probable se pueda transitar libremente, sin perturbar el puente, sin interrumpir el tránsito, y sin poner en peligro la vida de los usuarios.

Aunque reconoció que sería una opción mucho más costosa, y como actualmente el Gobierno no dispone de suficientes recursos económicos, la solución del momento debe ser alargar el puente hacia el lado Este, pero sin olvidar que ya ese puente requiere una solución definitiva.

Dijo que el conocido puente de los Pilones, construido sobre el río Ocoa, en la carretera Baní-Azua, y cuyo aproche oriental ha fallado dos veces en los últimos dos meses, dejando incomunicadas a todas las comunidades de la región Suroeste del país, requiere una urgente modificación en su estructura, y requiere un futuro nuevo puente.

Precisó que esa modificación comenzaría con la extensión del puente hacia el lado Este para que por ahora tenga una mayor sección de tránsito de las aguas bajo las condiciones meteorológicas extremas que producen crecidas anormales del río Ocoa, al tiempo de canalizarlo de forma rectilínea para eliminar el meandro que erosiona los aluviones del lado Este y finalmente colocarle aproches de grandes bloques de rocas.

Indicó que el alargamiento se lograría construyendo una sección adicional (vano) hacia el lado Este, con lo cual la sección transversal bajo el puente tendría mayor capacidad para transitar crecidas anormales sin tocar el tablero, ya que la nueva crecida provocada por las lluvias del huracán Sandy estuvo a punto de pasar sobre el tablero, lo cual puntualizó es muy peligroso para el puente y para la gente que transita por el lugar.

Manifestó que durante el lejano paso del huracán Sandy, las intensas lluvias caídas sobre la cuenca alta del río Ocoa, en la zona de Nizao y San José de Ocoa, registraron en algunos pluviómetros privados picos anormales del orden de los mil 400 milímetros acumulados durante cuatro días.

Explicó que esto constituye un promedio de más de 350 milímetros de lluvias por día, durante cuatro días consecutivos, lo que expresó provocó crecidas anormales del río Ocoa y nueva erosión en el aproche oriental reconstruido provisionalmente con gravas y arenas, en agosto pasado, aunque aclaró que otros pluviómetros registraron muchas lluvias, pero en menor cantidad.

“Esa alta pluviometría registrada en la zona norte de San José de Ocoa debe ser tomada muy en cuenta para todos los trabajos presentes y futuros en este puente”, declaró.

De igual modo, sostuvo que en los otros puentes se deben tomar en cuenta los fenómenos hidrometeorológicos extremos que anualmente afectan al país, aspectos que dijo pocas veces se toman en cuenta para diseño y construcción de puentes.