Como cada año, para esta misma fecha, la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) presenta su Temporada Sinfónica, donde deleita a los amantes de la música clásica con piezas especiales para la ocasión, en seis noches de exquisitos recitales.

Este año será uno muy especial, ya que la OSN celebrará, al igual que otras sinfónicas internacionales, el 150 aniversario del gran poeta sinfónico de todos los tiempos, Richard Strauss, interpretando sus piezas más representativas.

“Esencialmente tendremos grandes temas de estrenos de obras nacionales, directores de orquestas del extranjero que vienen a visitarnos en calidad de invitados, solistas de talla mundial, pianistas, flautistas, etc”, expresó el maestro José Antonio Molina, director de la OSN.

El maestro continuó explicando: “pero la gran celebración es los 150 años del nacimiento Richard Strauss. Ese célebre compositor alemán es un tema de celebración en todas partes del mundo. Las grandes orquestas están interpretando sus mejores obras, o -digamos- las más conocidas, y la Orquesta Sinfónica no podía quedarse detrás”.

Dentro de los estrenos que habrá en esta temporada está “Till Eulenspiegels”, el monumental “Don Juan”, obra cumbre de la pluma pentagramada del singular teutón que sirve a todas las orquestas del mundo como parámetro de brillantez y virtuosismo y que es pieza obligatoria para las audiciones de ingreso, por sus altas complejidades instrumentales.

Estrenos. También se estrenan este año los conciertos No. 1 de Bartok para violín (Estreno Nacional) y el No. 1 de Kabalevsky para cello, de manos de dos jóvenes solistas dominicanos, Luis Augusto Martínez y Nicole Peña-Comas, respectivamente, así como la famosa “La Valse” de Maurice Ravel y “En un día oscuro”, dirigida por su propio compositor, el director austríaco Christoph Ehrenfellner, mientras que las obras dominicanas recaen sobre el prolífico y polifacético compositor Darío Estrella, quien cumple varias décadas de ininterrumpida labor creativa musical con un centenar de opus en los que ha bien sabido fusionar los ritmos de nuestra identidad con las tradiciones de la sala de conciertos.