Hoy, 20 de octubre se celebra el Día Mundial de la Osteoporosis, con el propósito de concientizar a la población sobre la prevención, el diagnóstico y su tratamiento.
Todo inició en 1996, cuando la Sociedad Nacional de Osteoporosis de Gran Bretaña, lanzó una campaña destinada a prevenir la enfermedad y a concienciar a la población sobre su diagnóstico y tratamiento.
Desde el año 1997 la campaña de lucha contra la enfermedad ha estado en manos de la Fundación Internacional de Osteoporosis o IOF por sus siglas en inglés. A partir del año 1998, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha participado como co-sponsor en las distintas campañas.
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Esto es todo lo que debes saber sobre la osteoporosis, según Mayo Clinic:
Qué es Osteoporosis
La osteoporosis hace que los huesos se debiliten y se vuelvan quebradizos, en tal medida que una caída o incluso una leve tensión, como agacharse o toser, pueden causar una fractura. Las fracturas por osteoporosis ocurren con mayor frecuencia en la cadera, la muñeca o la columna vertebral.
El hueso es tejido vivo que se descompone y se reemplaza constantemente. La osteoporosis ocurre cuando la generación de hueso nuevo es más lenta que la pérdida de hueso viejo.
La osteoporosis afecta a hombres y mujeres de todas las razas, pero las mujeres blancas y asiáticas, especialmente las mujeres mayores posmenopáusicas, son las que corren mayor riesgo.
Esto es todo lo que debes saber sobre la osteoporosis, según este centro de salud:
Síntomas
Típicamente, las etapas iniciales de la disminución de la masa ósea no presentan síntomas. Pero una vez que la osteoporosis debilita tus huesos, podrías tener signos y síntomas que incluyen los siguientes:
- Dolor de espalda, provocado por una vértebra fracturada o aplastada
- Pérdida de estatura con el tiempo
- Una postura encorvada
- Un hueso que se rompe mucho más fácilmente de lo esperado
Cuándo debes consultar con un médico
Es conveniente que hables con el médico sobre la osteoporosis si tuviste una menopausia temprana o si tomaste corticoesteroides durante varios meses seguidos, o si cualquiera de tus padres sufrió una fractura de cadera.
Los huesos se encuentran en un estado constante de renovación: se desarrollan huesos nuevos y se descomponen los huesos viejos. Cuando eres joven, el desarrollo de huesos nuevos es más veloz que la descomposición de estos el cuerpo, por lo que la masa ósea aumenta. Después de los 20 años, este proceso se hace más lento y la mayoría de las personas alcanzan su masa ósea máxima a los 30 años. A medida que las personas envejecen, la masa ósea se pierde más rápido de lo que se crea.
La probabilidad de desarrollar osteoporosis depende en parte de cuánta masa ósea obtuviste en tu juventud. La masa ósea máxima es en parte hereditaria y también varía según el grupo étnico. Cuanto mayor sea tu densidad ósea máxima, más tejido óseo tendrás «de reserva» y menor será la probabilidad de que tengas osteoporosis cuando envejezcas.
Factores de riesgo
Algunos factores pueden aumentar la probabilidad de que desarrolles osteoporosis, entre otros, tu edad, raza, estilo de vida, así como tus afecciones y tratamientos médicos.
Riesgos inalterables
Algunos factores de riesgo de osteoporosis están fuera de tu control, incluidos los siguientes:
- Sexo. Las mujeres son mucho más propensas a desarrollar osteoporosis que los hombres.
- La edad. Cuanto mayor sea tu edad, mayor será el riesgo de osteoporosis.
- Raza. Tienes mayor riesgo de padecer osteoporosis si eres blanco o de ascendencia asiática.
- Antecedentes familiares. Tener un padre, madre o hermano con osteoporosis te pone en mayor riesgo, especialmente si tu madre o padre sufrieron fractura de cadera.
- Tamaño del cuerpo. Los hombres y las mujeres que tienen estructuras corporales pequeñas tienden a correr un riesgo más alto debido a que podrían tener menos masa ósea para utilizar a medida que envejecen.
Niveles hormonales
La osteoporosis es más común en personas que tienen demasiada o muy poca cantidad de ciertas hormonas en el cuerpo. Por ejemplo:
- Hormonas sexuales. Los niveles bajos de hormonas sexuales tienden a debilitar los huesos. La disminución de los niveles de estrógeno en las mujeres menopáusicas es uno de los mayores factores de riesgo para el desarrollo de la osteoporosis. Los tratamientos contra el cáncer de próstata que reducen los niveles de testosterona en los hombres y los tratamientos contra el cáncer mamario que reducen los niveles de estrógeno en las mujeres podrían acelerar la pérdida ósea.
- Problemas de tiroides. Los niveles altos de hormona tiroidea pueden causar osteoporosis. Esto puede producirse si tu tiroides es hiperactiva o si tomas demasiados medicamentos de hormonas tiroideas para tratar una tiroides poco activa.
- Otras glándulas. La osteoporosis también se asoció con la hiperactividad de las glándulas paratiroides y de las suprarrenales.
Factores alimenticios
La osteoporosis es más probable que ocurra en personas que tienen lo siguiente:
- Bajo consumo de calcio. La falta de calcio a lo largo de la vida juega un papel importante en el desarrollo de la osteoporosis. Una dieta baja en calcio contribuye a la disminución de la densidad ósea, la pérdida ósea temprana y un mayor riesgo de fracturas.
- Trastornos de la alimentación. La restricción extrema de la ingesta de alimentos y el bajo peso debilitan los huesos tanto en hombres como en mujeres.
- Cirugía gastrointestinal. La cirugía para reducir el tamaño del estómago o para extirpar parte del intestino limita la cantidad de superficie disponible para absorber nutrientes, entre ellos el calcio. Estas cirugías incluyen aquellas para ayudarte a perder peso y para otros trastornos gastrointestinales.
Esteroides y otros medicamentos
El uso a largo plazo de medicamentos corticoides orales o inyectados, como la prednisona y la cortisona, interfiere en el proceso de reconstrucción ósea. La osteoporosis también se asocia con medicamentos utilizados para combatir o prevenir:
- Convulsiones
- Reflujo gástrico
- Cáncer
- Rechazo del trasplante
Afecciones médicas
El riesgo de osteoporosis es mayor en personas que tienen ciertos problemas médicos, que incluyen los siguientes:
- Enfermedad celíaca
- Enfermedad intestinal inflamatoria
- Enfermedad renal o hepática
- Cáncer
- Mieloma múltiple
- Artritis reumatoide
Opciones de estilo de vida
Algunos malos hábitos pueden aumentar tu riesgo de osteoporosis. Por ejemplo:
- Estilo de vida sedentario. Las personas que pasan mucho tiempo sentadas tienen un mayor riesgo de presentar osteoporosis que las que son más activas. Cualquier ejercicio con peso y actividades que promuevan el equilibrio y la buena postura son beneficiosos para los huesos, pero caminar, correr, saltar, bailar y levantar pesas parecen ser particularmente beneficiosas.
- Consumo excesivo de alcohol. El consumo regular de más de dos bebidas alcohólicas al día aumenta el riesgo de osteoporosis.
- Consumo de tabaco. El papel exacto que desempeña el tabaco en la osteoporosis no está claro, pero se demostró que el consumo de tabaco debilita los huesos.
Complicaciones
Las fracturas óseas, particularmente en la columna vertebral o la cadera, son las complicaciones más graves de la osteoporosis. Las fracturas de cadera a menudo son causadas por una caída y pueden derivar en una discapacidad e incluso un mayor riesgo de muerte dentro del primer año después de la lesión.
En algunos casos, puede producirse una fractura de la columna vertebral aunque no te caigas. Los huesos que conforman la columna vertebral (las vértebras) pueden debilitarse hasta el punto de aplastarse, lo que producirá dolor de espalda, pérdida de estatura y una postura encorvada.
Prevención
La buena nutrición y el ejercicio regular son esenciales para mantener los huesos sanos durante toda la vida.
Calcio
Los hombres y mujeres que tienen entre 18 y 50 años necesitan 1000 miligramos de calcio al día. Esta cantidad diaria aumenta a 1200 miligramos cuando las mujeres cumplen los 50 años y los hombres, los 70.
Las buenas fuentes de calcio incluyen las siguientes:
- Productos lácteos bajos en grasa
- Vegetales de hoja verde oscuro
- Salmón enlatado o sardinas con espinas
- Productos de soja, como el tofu
- Cereales fortificados con calcio y jugo de naranja
Si te resulta difícil obtener suficiente calcio de la dieta, considera tomar suplementos de calcio. Sin embargo, se asocia el consumo excesivo de calcio con los cálculos renales. Si bien todavía no está claro, algunos expertos sugieren que demasiado calcio, especialmente en suplementos, puede aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca.
La Health and Medicine Division of the National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine (División de Salud y Medicina de las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina) recomienda que la ingesta total de calcio, de la combinación entre suplementos y dieta, no debe superar los 2000 miligramos diarios para las personas mayores de 50 años.
Vitamina D
La vitamina D mejora la capacidad del cuerpo para absorber el calcio y mejora de otras maneras la salud de los huesos. Las personas pueden obtener parte de su vitamina D gracias a la luz del sol, pero esto podría no ser una buena fuente si vives en latitudes altas, si estás recluido en casa, o si usas regularmente protector solar o evitas el sol debido al riesgo de padecer cáncer de piel.
Las fuentes de vitamina D en los alimentos incluyen aceite de hígado de bacalao, trucha y salmón. Muchos tipos de leches y cereales vienen fortificados con vitamina D.
La mayoría de las personas necesita al menos 600 unidades internacionales (UI) de vitamina D por día. A partir de los 70 años, la recomendación aumenta a 800 UI por día.
Las personas sin otras fuentes de vitamina D y especialmente con exposición limitada al sol podrían necesitar un suplemento. La mayoría de los productos multivitamínicos contienen entre 600 y 800 UI de vitamina D. Para la mayoría de las personas, es seguro obtener hasta 4000 UI de vitamina D por día.
Ejercicio
El ejercicio puede ayudarte a fortalecer los huesos y retardar la pérdida ósea. Los ejercicios pueden beneficiar tus huesos sin importar cuándo comiences a hacerlos, pero lo mejor será si comienzas a ejercitarte regularmente de joven y continúas haciéndolo durante toda la vida.
Combina ejercicios de entrenamiento de fuerza con ejercicios de levantamiento de pesas y de equilibrio. El entrenamiento de fuerza ayuda a fortalecer los músculos y los huesos de los brazos y la parte superior de la columna vertebral. Los ejercicios de soporte de peso, como caminar, trotar, correr, subir escaleras, saltar una soga, hacer esquí y practicar deportes de impacto, ayudan principalmente a los huesos de las piernas, las caderas y la parte baja de la columna vertebral. Los ejercicios de equilibrio como el taichí ayudan a reducir el riesgo de caídas, especialmente al envejecer.