Los dominicanos tienen al béisbol como su principal pasión deportiva y disfrutan de los éxitos y hazañas de sus compatriotas en las Grandes Ligas.

Por igual, los nacidos en la tierra de Duarte, Sánchez, Mella y Luperón reconocen en Osvaldo Virgil al primero de los suyos en llegar a las ligas mayores del béisbol de los Estados Unidos, acontecimiento ocurrido en el 1956 con los Gigantes de Nueva York.

Fue el que abrió las puertas de las Grandes Ligas a los peloteros dominicanos.

Sin embargo, el mismo Virgil siente que ha sido marginado en su propio país y que su hazaña no ha sido valorada en la dimensión que el hecho amerita.

“Fui el primer dominicano en conectar un hit en las Grandes Ligas, el primero que pegó un doble, un triple, un cuadrangular, el primero que se ponchó y nada de eso podrá ser borrado. Esa es la verdad histórica y siempre estará ahí”, sostiene.

Reconocimientos. Aunque admite que ha sido objeto de reconocimientos, además de recibir muchas satisfacciones, también critica el hecho de que en su República Dominicana no hay un estadio que haya sido designado con su nombre.

“En ninguna parte de la República, ni en la zona rural ni en la urbana”, agrega.

En su natal San Fernando de Montecristi se designó un aeropuerto con su nombre y también una calle.

Otro pudo ser el primero. Virgil manifiesta su orgullo por haber sido el primer dominicano en llegar a las Grandes Ligas.

Entiende, sin embargo, que otros dominicanos tuvieron la oportunidad de llegar primero que él.

En ese aspecto cita al lanzador Ruddy Hernández. “Fue el primer dominicano que firmó para el béisbol organizado de los Estados Unidos”, dijo.

El otro fue el jardinero Miguel Tiant Tineo, quien, sin embargo, prefirió venir a jugar en la pelota dominicana.

Ocupación. En la actualidad, Virgil es instructor especial consejero de la Academia de los Mets de Nueva York.

Agradece mucho a Felipe Payano, a quien atribuye haber logrado la pensión para los inmortales del deporte dominicano.

Considera que Alex Rodríguez no es dominicano; que Rico Carty ha sido el mejor bateador dominicano; Felipe Rojas Alou, el jugador más completo; a Juan Marichal, el mejor lanzador, con todo el respeto que le merece Pedro Martínez.