Otoño: tiempo de inspiración, transformación, transición y cambio

Otoño: tiempo de inspiración, transformación, transición y cambio

El poder del círculo se venera desde tiempos muy antiguos. Desde siempre he sentido fascinación por las circunferencias y las espirales. Hace unas semanas, en el entrenamiento de Rituales Sistémicos con Daan van Kampenhout, descubrí maravillosas utilidades de la rueda.

“El poder del mundo siempre opera en círculos” decía Alce Negro, el jefe de los sioux oglala. En la tradición africana (rescatada por las películas de Disney), la forma de existencia como la conocemos es llamada el “círculo de la vida”. Durante miles de años, las tradiciones espirituales orientales y occidentales se han conectado con la esencia dibujando mandalas, unos potentes diseños circulares que nos llevan al centro de nuestro ser.

Las estaciones primavera, verano, otoño e invierno, son formas naturales de ponernos en contacto con las grandes lecciones de la vida: lo que nace, lo que madura, lo que envejece y lo que muere. Al caminar la rueda medicinal como aprendí con Daan, he recuperado la serenidad y alegría que nos llegan cuando estamos en sintonía con los ritmos de la vida.

En la rueda encontramos la niñez, la adultez, la vejez y la no forma, para comprender de un modo profundo lo que nos enseña el primer principio de la termodinámica: “la energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma”. El poeta argentino Leopoldo Lugoneslo dice hermosamente: “No temas al otoño, si ha venido. Aunque caiga la flor, queda la rama. La rama queda para hacer el nido”.

El otoño es un buen tiempo para caminar la rueda y hacer una revisión del año. En numerosos niveles, septiembre trae cambios profundos y de largo alcance, tanto a nivel interno como externo. Nos invita a hacer una mirada honesta de dónde estamos en el camino, y de integrar lo que hemos vivido hasta ahora.

Este año, el Equinoccio de Otoño ocurrirá el miércoles 23 de septiembre a las 9:21 para tener una duración de 89 días y 20 horas. A partir de este momento, la longitud del día se acorta y el sol saldrá cada amanecer un poco más tarde que el día anterior, hasta el 22 de diciembre cuando comience el solsticio de invierno.

El equinoccio es un punto de equilibrio solar donde la luz del día es igual a la oscuridad de la noche. El clérigo y escritor británico Thomas Fuller dice: “El hombre honesto no teme la luz ni la oscuridad”. Cuando estamos en armonía con lo que es, vivimos un estado de integridad o de honestidad con nosotros mismos, que nos dota de una extraordinaria fuerza para soltar lo que cumplió su ciclo de vida.Tradicionalmente, el otoño es el momento de hacer un balance de los recursos con los que contamos para los tiempos más difíciles del invierno.

El otoño es el tiempo de determinar las necesidades que tenemos, y planificar su satisfacción. Nos enseña cómo vivir y funcionar en una realidad que cambia constantemente. El pintor y maestro del haiku Yosa Buson describe en uno de sus célebres poemas breves una escena, donde la naturaleza nos recuerda la belleza presente en lo que llamamos muerte: “La montaña oscurece y asume la púrpura magnificencia de las hojas en otoño”.

Podemos pensar en este evento como el comienzo de un nuevo marco de tiempo en el que surge algo nuevo. Las influencias en torno al equinoccio son portadoras de poderosas fuerzas que sustentan la transición y el cambio. ¿Qué necesitas despedir? ¿A qué debes morir para que surja algo distinto? ¿Cuáles personas o situaciones necesitas soltar para seguir avanzando en el camino?

Este período nos brinda una magnífica oportunidad para rediseñar nuestras intenciones, especialmente, si hemos estado manifestando algo indeseado. La gente que está en contacto con la tierra sabe que cada período del ciclo aporta una sustancial fuerza.

Vivir es todo un arte que implica saber tomar lo que nos corresponde en cada fase.
El granjero y prolífico autor de novelas, cuentos, poemas y ensayos Wendell Berry lo expresa hermosamente: “La vida que queremos no es simplemente la que hemos elegido y hecho. Es la que estamos eligiendo y haciendo”.Cualquier cosa que concluyamos, cambiemos o iniciemos durante este tiempo contará con el apoyo adicional de las energías del otoño, que noshace un llamado a ir hacia dentro para re-evaluar, re-alinear, re-considerar, re-visar y descansar.

El dolor viene cuando estamos desconectados del ciclo natural. Tal vez queremos tener una relación armoniosa, hijos felices, éxitos laborales, y una figura espléndida. Claro que lo puedes tener todo, ¡solo que no llega junto! Sería física, emocional, mental y espiritualmente agotador.

El otoño nos recuerda la sabiduría del Eclesiastés: “Todo tiene su tiempo, y cuanto se hace bajo el sol tiene su hora”. Esta es la época de soltar, desprendernos, dejar ir, separar, y despedir. ¿Estás dispuesto a hacerlo?

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