POR MANUEL JIMÉNEZ
TAIPEI, Taiwán – El presidente Leonel Fernández recibió ayer un “Doctorado Honoris Causa en Ciencias Políticas” por la Universidad de Cultura China, con sede en esta ciudad, en el marco de una ceremonia en la que llamó a ser sensible ante la injusticia y la inequidad social que afecta a las grandes mayorías en el mundo.

El mandatario dominicano, quien culminó ayer una visita oficial a Taiwán, recibió el título de mano de los doctores Jen-Hu Chang y Tien-Ren Lee, presidentes del consejo directivo y del centro académico, respectivamente.

A su entrada al salón, Fernández fue ovacionado de pie por decenas de profesores y estudiantes que asistieron a la ceremonia. La distinción al presidente Fernández es en reconocimiento a su liderazgo político y porque ha podido dirigir “con maestría” los destinos de República Dominicana.

En la semblanza del gobernante que fue leída previo a la entrega del galardón, se destacó el buen desempeño económico de su gobierno, al grado de que el año pasado República Dominicana registró el crecimiento más alto en toda América Latina.

Fernández asistió a la ceremonia en compañía de su esposa, Margarita Cedeño de Fernández; así como del canciller Carlos Morales Troncoso, los secretarios de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, Ligia Amada Melo y Administrativo de la Presidencia, Luis Manuel Bonetti.

Asimismo, del director del Centro de Inversión y Exportación de la República Dominicana, Eddy Martínez y de los rectores de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, Agripino Nuñez Collado y de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Roberto Reina.

Además, de varios empresarios privados, entre ellos Ángel Rosario, Huascar Rodríguez, Carlos Manuel Alvarez, Carlos Castillo, el pelotero Sammy Sosa, Domingo Dahuajre, Harold Raveche, Oscar Liang, Pedro Montealegre y Mario Wang, así como de Luis Bogaert y del dirigente del Consejo Presidencial Reformista, Claudio de los Santos.

El presidente Fernández, al agradecer el gesto de las autoridades de la academia china, dirigió una exhortación a los estudiantes presentes para que traten de ser sensibles antes los problemas que rodean al mundo, especialmente frente a la injusticia y la inequidad.

“Cada uno de ustedes tiene una opción en la vida: O ser una persona positiva que ofrezca amor, paz y solidaridad o ser una persona que fomente el odio, la guerra y la destrucción. Pero digo que siempre será mejor construir y ofrecer lo mejor que se lleva dentro y luchar por un mundo de mejores oportunidades para todos”, dijo.

Al final de la ceremonia, fue presentado un espectáculo a base de danza china.

Fernández, en el último día de su visita a este país, cumplió una apretada agenda que incluyó, en la mañana, un seminario sobre oportunidades de negocios en la República Dominicana, en la que expusieron el secretario Técnico de la Presidencia, Temístocles Montás y el director del Centro de Exportación e Inversión, Eddy Martínez.

En el seminario, celebrado en el piso 11 del Grand Hotel, donde se hospedó la comitiva dominicana, el presidente Fernández volvió a insistir sobre las ventajas comparativas que su país ofrece para las inversiones, dada su proximidad geográfica a Estados Unidos.

El mandatario explicó que el ingreso de su país a un tratado de libre comercio con Estados Unidos y Centroamérica ofrece a los inversionistas de esta nación asiática la gran oportunidad de poder colocar sus productos en condiciones preferenciales en el gran mercado norteamericano, a precios mucho más competitivos.

Montás, de su lado, quien es jefe del gabinete económico, presentó las estadísticas que demuestran la estabilidad y el crecimiento que el país ha ido logrando en los dos últimos años. Destacó un clima de tranquilidad, estabilidad política y económica, tasas de interés bancario competitivas y mano de obra accesible.

En el seminario intervinieron también Francisco L. Hwang, viceministro del Ministerio de Cooperación de China y C.Y. Wang, presidente del Instituto Internacional de Cooperación Económica de China.

Ambos destacaron los incentivos que el gobierno de Taiwán está ofreciendo a sus empresarios privados para que exploren posibles inversiones en el Caribe y Centroamérica, específicamente en aquellos países con relaciones con Taipei.