¿Otra Bosnia-Herzegovina en Santo Domingo?

¿Otra Bosnia-Herzegovina en Santo Domingo?

JOSÉ B. GAUTIER
Muchos esfuerzos y sacrificios ha hecho el pueblo dominicano para lograr que hoy exista en este país un clima de libertad de prensa dentro de un estado de derecho para ve ahora con dolor como algunos «honorables» invitados extranjeros investidos de altas jerarquías en organismos internacionales distorsionan la verdad sobre procedimientos migratorios de deportación de ilegales establecidos en nuestra legislación, poniendo en riesgo la integridad territorial y la soberanía nacional, haciendo falsas y amañadas acusaciones en contra del gobierno dominicano.

Escucha. Duele mucho. Hierre la dignidad nacional y ciudadana que nos sigan cogiendo de tontos. No es que queremos declarar a esos «honorables» huéspedes, como personas non grata, pero si que le hagamos saber que ya aquí no somos los indios que descubrió el genovés Cristóbal Colón cuando, por trueque, cambiaba espejitos por pepitas de oro a los nativos de la isla de Santo Domingo.

Molesta que esas augustas figuras abusen de la hospitalidad que les brinda la sociedad dominicana, -su gobierno representativo, legal y democrático,- sociedad donde no existe un «ley de mordaza», -pudiendo su exceso ser la «debilidad» del sistema, -la libertad de expresión que gozan sus integrantes,- inclusive los extranjeros.,- para hacer denuncias falsas e irresponsables sobre deportaciones masivas y abusivas de más de 50 refugiados políticos haitianos,- alineándose los difamadores con las tácticas y objetivos del enemigo tradicional del país,- al convertirse en aliados de traficantes y mafias delincuenciales nacionales y extranjeros que conspiran para destruir-, así como los civilizadores europeos destruyeron hace 500 años, la nativa, la identidad propia de los habitantes de la nación dominicana.

¿Cómo pretender que los crímenes, los delitos, las infracciones, las violaciones generen derechos a favor de sus autores? ¿Es que estamos regresando al Siglo XV, cuando el genovés Cristóbal Colón, con una espada en la mano y la cruz en la otra, matando, robando y rezando, a nombre de Castilla y de León, se adueñó del mundo recién descubierto, bendecido por una Bula Papal de León X? Vemos como han cambiado los sobrios nombres de Monarcas, Emperadores y Papas para que suenen ahora más llanos, como el de Alto Comisionado de las Naciones Unidas Para Refugiados (ACNUR) ¡Que miedo! ¡Cuanto terror envuelve ese nuevo nombre de preboste mundial para reprimir a las pequeñas naciones pobres e indefensas que no se pueden enfrentar, cual Quijotes, a molinos de vientos gigantes, representados por naciones económicamente poderosas, muchas de ellas con el apoyo material, más que moral, de armas mortíferas y de sistemas financieros de destrucción masiva!

¿Sabía usted, amable lector, que la honorable señora Sandrine Desamours, Consejera Jurídica del Alto Comisionado de las Naciones Unidas Para Refugiados que funciona en nuestra pequeña nación caribeña, declaró recientemente por la prensa nacional, que está muy preocupada por las deportaciones «masivas e indiscriminadas» de refugiados haitianos que realiza el gobierno dominicano, según denuncia hecha por más de 15 organizaciones pro haitianas establecidas en Santo Domingo, defensoras de los derechos humanos de los haitianos radicados ilegalmente en el país, entre ellas la Asociación de Inmigrantes Dominico-Haitiano, la Unión de Trabajadores Haitianos por la Educación, la Fundación para el Desarrollo Social Dominico-Haitiano, y la Asociación por el Respeto a la Dignidad Haitiana y otras once organizaciones defensoras de los inmigrantes haitianos?

¿Sabía usted que en este país funcionan más de cien (100) Organizaciones No-Gubernamentales (ONG) pro haitianas, algunas de ellas dirigidas por sacerdotes católicos y ministros protestantes, en su mayoría extranjeros, utilizando las iglesias y los centros de enseñanza en Santo Domingo, en los bateyes de los ingenios azucareros del CEA y en las comunidades fronterizas como centros de agitación y de divulgación de políticas antinacioalistas radicalizadas. Adoctrinamientos terrenales, más que espirituales, que no se atreven a realizar en países de la Unión Europea a favor de súbditos ilegales de las excolonias de sus países de origen, Congo Belga, Costa de Marfil, Sahara Español, para que vivan, laboren y recen en Europa. ¡Mesianismo que tampoco realizan en los Estados Unidos de América y Canadá! Sin embargo, trabajan a favor de obtener una amnistía general de indocumentados, con la regularización del estado civil de miles de haitianos radicados ilegalmente en territorio dominicano. Muchas de esas instituciones fantasmales, paradójicamente, financiadas por el propio gobierno dominicano?

¿Sabía usted que algunas de esas ONG pro haitianas, integradas por instituciones a nivel académico universitario y dirigidas por reconocidos intelectuales y renombrados profesores, se encuentran entre las principales asesoras y orientadoras de políticas del gobierno dominicano en asuntos haitianos y de relaciones con Haití, especialmente en materia migratoria y defensa de los derechos humanos, instituciones muy bien pagadas y remuneradas por el gobierno en su labor de zapa?

¿Sabía usted lo que pasó en Bosnia y Herzeghovina (antigua Yugoslavia) hace unos cinco años, cuando fuerzas militares de la ONU intervinieron para detener los crueles y sangrientos choques étnicos y culturales entre sus habitantes cristianos y musulmanes, que motivó que ese territorio fuera bombardeada su capital Belgrado por cohetes norteamericanos y ocupado por los temidos «cascos azules» y sus legítimos gobernantes apresados y juzgados por defender la soberanía del pueblo yugoslavo usurpada por extranjeros a los que se les había dado refugio político?

¿Sabía usted cuanto tiempo más durarán las luchas políticas y las guerras civiles dentro de la República de Haití, las que vienen y las que van desde los Duvalier a los Arístide, por no decir las que se arrastran desde la época misma de Dessalines hasta hoy, para que la ACNUR presione tanto al gobierno y al pueblo dominicano a conceder asilo a los refugiados políticos residuos protagónicos de esas luchas fratricidas internas perennes e interminables?

¿No se da cuenta el Alto Comisionado de las Naciones Unidas Para Refugiados, ACNUR, que el tiempo se acorta por segundos para que en el territorio dominicano estalle una potencial lucha armada sin cuartel entre dominicanos y haitianos tan cruel y sangrienta como la ocurrida en Bosnia-Herzegovina, violencia, con muchos muertos, causada por el choque de intereses provocado por la ocupación del espacio laboral, económico y social, y hasta de salud y educativo de los trabajadores dominicanos usurpado por los inmigrantes ilegales haitianos?

¿Quiere ACNUR crear en el país un antihaitianismo fatal y trágico, cruel y sanguinario, como ese odio que creó Adolfo Hitler en la Alemania Nazi en contra de la población judía,- donde la población dominicana marginada por la haitiana tome la justicia en sus manos por el desenfreno migratorio existente, por querer organismos internacionales imponer cargas y condiciones inaceptables a nuestra soberanía política, laboral, económica y territorial?

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