Otra jornada sangrienta mata 39

Otra jornada sangrienta mata 39

BAGDAD (AFP).- Treinta y nueve iraquíes perdieron la vida ayer en Irak, cuyas autoridades admiten un incremento de los actos violentos desde la investidura, el sábado, del primer gobierno permanente de la era post-Saddam Hussein.

Bagdad fue sacudida por dos atentados con coche bomba que causaron cinco muertos cada uno, mientras que las restantes víctimas perdieron la vida en diversos ataques cometidos en la capital y en localidades situadas más al norte. También hubo numerosos heridos.

Sin embargo, la mayor cantidad de víctimas se produjo en un atentado cometido al atardecer contra una mezquita chiita en el norte de Bagdad, y que dejó 11 muertos, informó una fuente de la seguridad iraquí.

La bomba estalló en el momento en que los fieles salían de la mezquita del imán al-Muntadhar, en el barrio bagdadí de Túnez, tras asistir a la oración vespertina.

Estas últimas víctimas se suman a la cifra de 98 civiles muertos en una semana, citadas poco antes por el portavoz del ministerio de Defensa, el general Abdel Aziz Mohammed, que habló de “un aumento de los ataques desde la formación del gobierno”.

“Era de esperar por parte de los terroristas, que buscan complicar la tarea del nuevo gabinete”, estimó.

El general Mohammed ha preferido no entrar en detalles acerca de la capacidad de las fuerzas iraquíes para hacerse cargo de la seguridad en algunas zonas del país tras el anuncio del primer ministro, Nuri Al Maliki, sobre el traspaso de esta responsabilidad en dos provincias en junio.

“Las fuerzas iraquíes se harán cargo de la seguridad en cuanto estén realmente preparadas para asumirla”, declaró a los periodistas.

Al Maliki anunció al reunirse en Bagdad con el primer ministro británico, Tony Blair, que dos provincias relativamente tranquilas del sur del país, que es chiita, pasarán a partir de junio bajo responsabilidad de las fuerzas iraquíes.

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