Otra lectura a la Gallup

Otra lectura a la Gallup

La Gallup ha ganado su credibilidad contra viento y marea, en base al acierto de pronósticos que fueron rechazados por los perdularios y aplaudidos por los agraciados. Las elecciones se encargaban de zanjar las diferencias.

En cada proceso electoral una buena cantidad de empresas encuestadoras arriesgaban la faja con resultados disímiles, algunas de los cuales embarraban sus buenas intenciones con erráticas metodologías, mientras que las más sucumbían estrepitosamente postradas ante el monto de los cheques expedidos por sumas tan espléndidas como los porcentajes que asignaban a los habilidosos aspirantes.

La Gallup es otra cosa. Es la Gallup. Sin embargo, para los que no somos peregrinos en el mundo de las investigaciones sociales, las encuestas tienen diferentes formas de interpretarlas, aún cuando se examinen los mismos números.  Sólo es cuestión del escenario que se escoja para el análisis.

Asumiendo como ciertos el cien por ciento de los números presentados por el periódico Hoy – que no hay por qué ponerlos en duda – la mirada detenida a uno de los escenarios posibles, nos presenta un panorama más diáfano en el posicionamiento de los aspirantes a la candidatura dentro del Partido de la Liberación Dominicana.  Veámoslos de esta manera:

Ha sido hechura preclara de Leonel Fernández una Constitución en la que él quiso que se prohibiera la reelección presidencial. Al jactarse de su obra en la proclamación de la Carta Magna y por el comportamiento que ulterior ha mostrado, queda claro que el presidente no está interesado en transgredir la Constitución de la República. Él tiene garantizado su regreso en 2016. Visto así, Leonel Fernández no tiene porqué estar en esa encuesta.

Si no por los estatutos y los reglamentos internos del PLD, por la tradición el Comité Político baja a la consideración de las bases sólo hasta cinco precandidatos presidenciales, en el mayor de los casos. Sabido es que cerca de diez de sus integrantes tienen aspiraciones para ser escogidos por las bases peledeístas y siempre, absolutamente siempre, hasta la fecha, han sido seleccionados integrantes del alto organismo de dirección política para la importante posición. (Juan Bosch, Leonel Fernández, Danilo Medina, Jaime David Fernández, Euclides Gutiérrez, Norge Botello, Felucho Jiménez, José Tomás Pérez, Franklin Almeyda, etc.)

Montada en las grupas de una excelente labor social, su altísima capacidad de trabajo y de sus extraordinarias condiciones humanas, doña Margarita Cedeño de Fernández se perfila como la mejor y más productiva Primera Dama de la vida republicana, pero no ha dicho ni va a decir que aspira a la Presidencia, porque su prudencia va a la par con su inteligencia –que es mucha– y porque ella obedece íntegramente y es parte esencial del proyecto político que encabeza el presidente Leonel Fernández.

Para nadie es un secreto que Leonel Fernández representa el mejor y mayor activo político con que cuenta el Partido de la Liberación Dominicana y que por consiguiente, cuando se barajan los nombres de él y de su esposa, más de la mitad de las simpatías se arriman en su entorno.

Para hacer eficiente nuestra lectura de la muestra publicada por el periódico Hoy, tenemos que sustraer el 22.5% de aquéllos que no respondieron a la pregunta y concentrarnos en los que sí decidieron dar su opinión, asumiendo como no entrevistados a los que se negaron a participar en la encuesta o no les interesó responder. Esto nos deja al 77.5% como el total de la investigación del mercado electoral.

Si excluimos a Leonel (20.1%)  y a doña Margarita (25%)  del sondeo y distribuimos esos porcentajes de manera proporcional en los demás precandidatos,  la creíble muestra de Gallup nos deja el siguiente escenario:

Danilo Medina tendría un 55%, Francisco Domínguez Brito 12.2%; Jaime David Fernández Mirabal, 8.8%; José Tomás Pérez, 7.7%; el vicepresidente Rafael Alburquerque, 7.2% y cada uno de los otros precandidatos se distribuirían un 15%. Entre estos deben aparecer Francisco Javier García, Radhamés Segura, Franklin Almeyda, entre otros.

De esta forma vista la encuesta, respetando de manera absoluta los números  de Gallup –que no hay por qué dudar– Danilo Medina sería el candidato indiscutible de los peledeístas,  acumulando más del doble del resto de sus compañeros. Como la misma encuesta establece que las preferencias de los votantes para el 2012 están definidas por partidos, en ese escenario Danilo Medina ganaría las elecciones con un 44% de las simpatías en la primera vuelta mientras que cualquiera de los candidatos del PRD sólo obtendría un 32.7% de los votos y el 5.3% escogería a un reformista. Si se mantiene la alianza que desde hace años mancuerna a morados y colorados, el candidato de la unión alcanzaría matemáticamente el 49.3%, muy cerca del 50% requerido para triunfar en la primera vuelta.

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