El mes de febrero se agotó y a dos meses y medio de la elección presidencial la economía nacional no da la menor señal de recuperación con la tasa cambiaria alrededor de 50 pesos por dólar y el petróleo a precios históricos sobre 37 dólares el barril
Tampoco se ha registrado la proclama presidencial de que se producirían acontecimientos positivos que marcarían el inicio de la reunificación del Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
Mientras tanto, una nueva encuesta, esta vez de la firma Gallup para Omnimedia, ratifica la enorme desventaja en que se advierte la candidatura reeleccionista del presidente Hipólito Mejía y el descalabro del partido de mayor vigor y vigencia en las últimas décadas.
[b]ESPERANZAS EVAPORADAS[/b]
A dos semanas de la entrada en vigencia del nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) se han evaporado las expectativas de que generaría una reducción considerable de la tasa cambiaria que se reflejara en una reducción de la inflación con el consiguiente alivio para la población.
Al concluir la semana laborable este jueves la tasa cambiaria se mantenía alrededor de 50 pesos por dólar, un diez por ciento menor a lo que prevalecía ante de la aprobación del acuerdo, pero también muy por encima de las expectativas de que se estabilizaría en 40 por uno o menos.
Al anunciarse el nuevo acuerdo a mediados de mes el valor del dólar se redujo hasta unos 42 pesos, pero rápidamente volvió a colocarse por encima de los 50 pesos, con márgenes muy amplios, de hasta el 10 por ciento, entre los precios de compra y venta, indicativos de fuertes niveles especulativos.
Esa reducción en la tasa cambiaria se tradujo en disminución de los precios de los combustibles que alentaron esperanzas, pero las mismas comenzaron a disiparse esta semana, cuando, por demás, el petróleo alcanzó los niveles históricos por encima de 37 dólares el barril, en la categoría West Texas Index, de referencia para el mercado de la costa este de los Estados Unidos y la República Dominicana.
Al mismo tiempo las autoridades monetarias implementaban nuevos esfuerzos tendentes a contener la devaluación, con el establecimiento de tasas de interés de hasta 50 por ciento para los certificados de inversión del Banco Central, lo que se reflejará en nuevas presiones hacia arriba sobre las tasas de interés de la banca privada, con la consiguiente penalización de los sectores productivos y deterioro de las carteras de los bancos.
El que el nuevo acuerdo con el FMI no haya producido los efectos esperados en el mercado cambiario se atribuye a la persistencia de incertidumbres, derivadas de factores políticos, como la crisis del partido de gobierno y el proyecto continuista, así como de un pesimismo crónico predominante en la sociedad dominicana.
El factor positivo de la última semana ha sido el mejoramiento del servicio energético, con la reactivación de varias de las plantas tras los acuerdos de pagos atrasados establecidos con las empresas generadoras. Pero el agobio, el pesimismo y la desconfianza son tan fuertes que apenas se reconoce este esfuerzo gubernamental.
[b]SIN AVANCES POLÍTICOS[/b]
La grave crisis política por la que atraviesa la vecina nación haitiana desvió un poco la atención sobre los problemas nacionales, pero la semana concluye sin que se concrete la sorpresa positiva para la unidad perredeísta que anunciara el presidente Mejía en el fin de semana anterior.
Tal como se había vaticinado desde hace meses, el partido de gobierno arriba a marzo, a 75 días de las elecciones presidenciales, sin superar los enfrentamientos que lo han debilitado y fraccionado en el último año.
Las expectativas del presidente Mejía y su grupo el PPH, estaban cifradas en lograr acuerdos que incorporaran a su campaña por lo menos a dos de los mayores agrupamientos perredeístas que han resistido el proyecto continuista.
Se da por hecho que el doctor Rafael Suberví Bonilla y su grupo se incorporarán a la campaña releccionista, a cambio de la candidatura vicepresidencial y la compensación de una parte de los gastos en que incurrieron en la lucha por la nominación presidencial. Pero el acuerdo no acababa de concretarse.
Por su parte la vicepresidenta Milagros Ortiz Bosch se dio por vencida en sus aspiraciones de convertirse en candidata presidencial, y aunque prometió no obstruir el camino del presidente Mejía, quedó lejos de incorporarse a la campaña electoral y dejó en libertad a sus seguidores de transitar la senda que cada quien estime correcta.
Resaltó la tardía convocatoria del licenciado Hatuey de Camps a inscribir una candidatura presidencial de Milagros Ortiz o Rafael Suberví por cualquier otro partido. Sólo encontró eco en Rafael Abinader, quien de inmediato recordó que su Alianza Social Dominicana está apta para presentar candidatos, aunque seguramente pensando que el escogido debería ser él mismo.
Esa propuesta pudo tener perspectiva a mediados del año pasado, cuando de Camps, desde la presidencia del PRD, encabezaba un frente de 7 precandidatos que de haberse compactado en torno a una opción hubiese tenido oportunidad de disputar la candidatura al presidente Mejía. Ya entonces era obvio que las mayores posibilidades, mostradas en las encuestas, giraban en torno a Ortiz Bosch y Suberví, pero los demás, con la excepción de Emmanuel Esquea Guerrero, rehusaron reconocer la realidad, permitiendo la dispersión que favoreció el continuismo.
Cuando otro de los precandidatos, el senador Ramón Alburquerque, negó el miércoles que hubiese llegado a un acuerdo con el presidente Mejía, quedó en evidencia de que los esfuerzos por la reunificación no han fructificado. Hasta el jueves el PPH no había podido recuperar a ninguno de los 7 precandidatos que se le opusieron. Esquea Guerrero ha optado por el silencio, mientras Rafael Flores Estrella convalece de una delicada cirugía.
[b]OTRA ENCUESTA TERRIBLE[/b]
Apenas dos semanas después que la encuesta Penn Schoen & Berland mostrara la grave orfandad de apoyo con que corre la candidatura reeleccionista del presidente Mejía, otro estudio del mercado electoral vino a ratificarla en proporciones bastante similares, con cerca de dos tercios de las preferencias para el candidato del Partido de la Liberación Dominicana y relegando al perredeísta al tercer lugar.
La versión más irónicamente optimista señala que la encuesta de Gallup publicada el miércoles 25 por el Diario Libre representó una caída de dos puntos para Leonel Fernández y un repunte de un punto para Hipólito Mejía que en este estudio aparece virtualmente empatado en el segundo lugar con Eduardo Estrella.
Mientras la Penn registró una intención de votos del 65, 16 y 13 por ciento para Fernández, Estrella y Mejía, la Gallup arrojó 63, 14.9 y 14.6 por ciento respectivamente.
En esta nueva encuesta el candidato peledeísta gana también de calle en una hipotética segunda vuelta con el 73.8 por ciento frente a Mejía y 64.9 si fuera contra Estrella.
En todos los aspectos investigados, Gallup deja muy mal parado el proyecto continuista. Lo mismo en la preferencia por partidos. El PLD encabeza con el 59.6 por ciento, dejando bien lejos al PRD que no había registrado un 19.6 por ciento desde la campaña de 1990 cuando se dividió tras sus 8 años de gobierno. El Partido Reformista Social Cristiano aparece en el tercer lugar con 15.4 por ciento de las preferencias.
Esta encuesta, realizada entre el 18 y el 22 de febrero, pulveriza los estimados oficialistas de que son los ricos y acomodados los que se le oponen fundamentalmente. Medidos por clases sociales, Fernández consigue el 62.3 por ciento de los más pobres, sube al 66.1 por ciento en las clases medias y desciende al 58.5 por ciento en la clase alta. Por partido el 60.8 por ciento de los más pobres prefieren al PLD, lo mismo que el 55.9 de las clases medias, y sólo el 45.3 por ciento de la clase alta.
Las encuestas de la Gallup Dominicana como las de Penn, Schoen & Berland y la Hamilton & Beattie han tenido crédito durante las últimas décadas y generalmente se han acercado bastante a los resultados de las votaciones. Las últimas investigaciones de las tres firmas han marcado una firme tendencia al descalabro de las simpatías por el PRD.
[b]ALGUNOS ASPECTOS POSITIVOS[/b]
Además del mejoramiento del servicio energético, otro factor positivo de la semana fue una considerable reducción del precio del arroz, que tras haber escalado hasta 24 pesos la libra, descendió a 20 pesos, tras las primeras importaciones del cereal.
Otra tendencia positiva se registró en la Junta Central Electoral, donde se adelantan acuerdos con los delegados técnicos de los partidos en torno a los electores reubicados, los que aparecen sin fotos en el padrón y los que tienen más de una inscripción, problemas provenientes de la última cedulación que antecedió a las elecciones presidenciales del 2000.
Los delegados partidarios tienden a reconocer que los desperfectos del padrón electoral no tienen perfil fraudulento y que si no han sido corregidos por completo es por el escaso interés de la ciudadanía.
La JCE cerró por completo el padrón de electores, tras una serie de depuraciones que incluye la sustitución de las fotos más de dos mil exmilitares que aparecían fotografiados con uniformes. Actualizado el registro en el internet comenzó la campaña para que cualquier ciudadano se verifique entrando al sitio del tribunal electoral y a través del servicio telefónico Fonojunta.
Aunque se descarta una auditoría total al padrón fotográfico, por falta de tiempo y recursos, y también por innecesaria, se discute el alcance de una parcial por muestreo, siempre con la participación de los partidos políticos. Para eso la JCE tiene en su presupuesto de este año 18 millones de pesos.-