Ocho años exactamente han pasado desde la última vez que Toros del Este y Estrellas Orientales se enfrentaron en la final de la pelota invernal dominicana.
En aquella ocasión, los Toros blanquearon a los paquidermos para conquistar la segunda corona en la historia de la franquicia.
Las Estrellas siguen esperando su primer título desde el 1967-68 y 51 años más tarde llegan con todo el ímpetu y la estampa de favoritos detrás de la chispa del joven Fernando Tatis III.
Los dirigidos por el padre Fernando Tatis han ganado la vuelta regular, la semifinal y ahora tratarán de completar la trifecta detrás de figuras importantes de pitcheo como Radhamés Liz, Yunesky Maya y Néstor Cortés, además de un relevo implacable que lidera Jumbo Díaz, el cerrador adquirido en la temporada muerta desde los Toros del Este.
Junto a Tatis hijo, en la ofensiva, Junior Lake, Gustavo Núñez y una serie de bates importantes lograron aplastar a sus rivales en el Todos contra Todos, logrando una diferencial de carreras de +20, comparado con el -2 que sus rivales de esta final, Toros del Este, acumularon en las semifinales.
Para Arturo DeFreites y los Toros, esta situación no es nada extraña.
Todo el año se las han arreglado en base a un cheo hermético que encabeza el cubano Raúl Valdés y que cuenta con brazos importantes como los de Jenrry Mejía, Paolo Espino y José de Paula.
En materia ofensiva, el alma y bujía inspiradora es Jordany Valdespín, el Jugador Más Valioso de la vuelta regular, quien no ha parado de producir y fue clave en el partido extra del Todos contra Todos para eliminar a los Leones del Escogido, produciendo tres anotaciones.
Aunque ha estado algo frío en los últimos juegos, el grandesligas Hunter Pence y su carisma podrían jugar un rol importante en la final pautada al mejor de nueve encuentros.
Rubén Sosa, adquirido en la temporada muerta, también ha resultado ser un bate importante en la alineación del equipo de La Romana.
En sentido general, ya todo está preparado para que comience una serie final que promete ser mucho más que interesante.
Por un lado están los que tienen medio siglo sin ganar un campeonato, por el otro están los que batallaron desde el primer día contra las adversidades para colarse hasta la final. A jugar pelota.