Otra tragedia golpea Filipinas

Otra tragedia golpea Filipinas

PUERTO PRINCESA, Filipinas (AFP).- Veinticuatro horas después inundaciones que provocaron unos 200 muertos, una nueva catástrofe afectó a Filipinas con el naugragio probable en una tempestad de un transbordador con más de 70 personas, declararon el lunes los socorristas.

Desde el domingo se había perdido todo contacto con el «Piary», un barco de 63 toneladas, luego que advirtió por radio que las olas habían roto el casco y que estaba haciendo agua.

La embarcación trataba de llegar a Brooke’s Point, en la isla de Palawán, al suroeste de Filipinas, después de haber zarpado de Cagayán de Sulú, más al este, según los guardacostas.

Un reconocimiento aéreo desde Palawán no permitió localizar al barco que transportaba 68 pasajeros y una decena de tripulantes.

Dos barcos de guardacostas y un tercero de la marina trataban de localizarlo a pesar de la tempestad.

El mal tiempo, asociado a la deforestación, es responsable de inundaciones, deslizamientos de terreno y avalanchas de barrio que han provocado más de 200 muertos y desaparecidos en este fin de semana al centro de Filipinas.

Había pocas esperanzas de encontrar sobrevivientes.

«Importantes operaciones se están llevando a cabo y quisiera agradecer al gobierno estadounidense por habernos prestado asistencia», dijo la presidenta Gloria Arroyo después que Washington ofreció enviar helicópteros militares capaces de volar en cualquier condición meteorológica.

En las últimas 24 horas, más de un centenar de cadáveres fueron sacados del barro y de los escombros en la isla de Panaón, informó el jefe de la policía regional, Dionisio Coloma.

Las otras regiones afectadas por lluvias torrenciales son las islas de Leyte y Bohol y el norte de la isla de Mindanao.

La catástrofe provocó también por lo menos unos 100.000 damnificados.

Una mejoramiento del tiempo el lunes permitió al ejército llevar víveres, medicinas y equipos a Taclobán, en la isla de Leyte, desde donde serán enviados a las zonas damnificadas.

La deforestación explica la importancia de la catástrofe, pues la erosión ha impedido que las montañas retengan el agua de las lluvias.

Los campesinos de Panaón, isla rural de 50.000 habitantes, han talado el bosque de las mesetas de la isla para remplazarlo por cultivos.

«Tenemos que proteger el medio ambiente y al mismo tiempo dar fuentes de ingreso diferentes a las personas para alentarlos a plantar árboles y a resconstituir el bosque», dijo la presidenta Arroyo.

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