Luis Scheker Ortiz 
En algún momento había escrito algo sobre la increíble capacidad de asombro que tiene del pueblo dominicano. Nada lo inmuta ni lo asombra, no se conturba por naday, al parecer, todo lo acepta como la cosa más natural del mundo. Sobrevive a su desgracia, con un dejo de resignación o impotencia.
Su efecto negativo de ese sentimiento se deja sentir de manera particular en los países en desarrollo, llamados del tercer mundo, pero también alcanza a países de Europa, donde la influencia del neoliberalismo crece teniendo como misión o política de Estado “hacer todo lo posible para enriquecer a los ricos y poderosos, por una parte, y atacar a la población por otra parte” privándolede su bienestar de los programas y servicios sociales esenciales para hacerlo cada vez más dependiente de un pequeño grupo elitista conservador y dominante que cuenta con su voto mayoritario en una contienda electoral desprestigiada para alcanzar y afianzarse en el poder gracias a su enorme riqueza y recursos disponibles.
El mayor problema de nuestro tiempo es que la gente joven, es decir el futuro, vive atrapada en las redes sociales y los artefactos del mundo cibernético, secuestrada por el neoliberalismo y el “capitalismo salvaje” egoísta, alejado del contacto humano con sus semejantes, siendo su interés y conocimiento del pasado histórico escaso.
El tema viene a colación porque a partir del ajusticiamiento de Trujillo y su oprobiosa tiranía, con la rara excepción del gobierno del profesor Juan Bosch, derrocado por un fatídico Golpe de Estado Cívico – Militar con apenas 7 meses de su mandato constitucional, siendo suficiente para dejarnos un ejemplar legado, un modelo de buen gobernante: honesto, identificado con su pueblo y sus necesidades, que respetó la Constitución, las libertades públicas, la independencia de los poderes del Estado, condenó la corrupción, no robó, no mató, no deportó, ni sobornó a nadie, siguiendo una política educativa de austeridad y decencia, defendiendo nuestra soberanía, lo que le ganó prestigio y admiración a nivel internacional no solo de sus conciudadanos, no pudiendo decirse algo semejante de los gobiernos derechizados, en mayor o menor escala, que le sucedieron.
Ahora se presenta, como manso cordero de Galilea un heredero del tirano. Hijo de Angelita Trujillo, sobrino de Ramfis y de Radhamés Trujillo Martinez. Orgulloso de su apellido, de su estirpe y toda su ralea que mancilló, deshonró, saqueó, persiguió, torturó y asesinó a lo más granado y noble de la expedición del 14 de junio y la resistencia anti trujillista. Este señor aspira ser candidato a la presidencia de la Republica siendo honrado y recibido por el candidato presidencial del Partido Revolucionario Moderno, de noble familia y el hijo dilecto de Claudio Antonio Caamaño Grullón, un héroe nacional, quien defendiendo la soberanía de la nación junto con su primo, el glorioso Coronel Caamaño Deñó, asesinado en Nizaito, combatió con las armas al yanqui invasor y su cuadrilla de títeres del imperialismo y de malos dominicanos, y vino y regresó como guerrillero a combatir el régimen despótico y criminal del Dr. Joaquín Balaguer Ricardo.
Yo no salgo de mi asombro. Alguien que me lo explique. Era lo último que podía esperar.
