Otras reglas de la Jihad

Otras reglas de la Jihad

REGLA NO. 4: NO SE PUEDE MATAR EN EL PAIS DONDE UNO RESIDE A MENOS QUE HAYAS NACIDO AHI.

Los militantes que viven en un país que respeta los derechos de los musulmanes tienen una especie de pacto de paz con el país, dice Omar Bakri, jeque radical que se mudó a Londres desde Líbano hace dos años bajo la presión de las autoridades británicas.   Los militantes que van a Irak reciben un pase como guerreros expedicionarios. Y los ataques del 11 de septiembre de 2001 no violaron esta regla, ya que los secuestradores venían de fuera de Estados Unidos, dijo Bakri.

  «Cuando oí de los bombazos en Londres, oré porque ningún atacante de Gran Bretaña estuviera involucrado», dijo, temiendo que inmigrantes fueran responsables. Como resultó, el ataque del 7 de julio de 2005 en gran medida cumplió con esta regla. Tres de los cuatro hombres que detonaron las bombas habían nacido en Gran Bretaña; el cuarto se mudó ahí desde Jamaica en su infancia.   Bakri dice que no condena la violencia contra personas inocentes en ningún lado. Pero algunos de los varios cientos de jóvenes que estudiaron el Islam con él dicen que no tiene esos reparos.   «Tenemos un sistema de votación aquí en Gran Bretaña, así que cualquiera que haya votado por Tony Blair no es un civil y por tanto es un blanco legítimo», dice Khalid Kelly, un converso islámico de origen irlandés que dice que estudió con Bakri en Londres.

 NO. 5: SE PUEDE MENTIR U OCULTAR TU RELIGION SI LO HACES POR LA JIHAD.

Los musulmanes son instruidos por el Corán a ser fieles a su religión. «Por tanto mantente firme (en el Sendero recto) como se te ordena, tú y aquellos contigo vuelvánse (hacia Alá), y no te apartes (del Sendero), ya que El ve bien todo lo que haces», dice el Versículo 112 del Capítulo 11 (Hud).   Mentir se permite sólo cuando es considerado necesario — por ejemplo, cuando estás siendo torturado, o cuando una mentira inocua sirve a un buen propósito, dicen eruditos.   Pero algunos militantes parecen evadir esta regla para mezclarse en ambientes no musulmanes o eludir la sospecha, dice el mayor general Achraf Rifi, director general de la fuerza de seguridad interna de Líbano que supervisió una vigilancia el año pasado de un hombre libanés sospechoso de conspirar para hacer volar el tren de pasajeros PATH bajo el río Hudson.

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