El fin de año 2009 será recordado entre pena, pavor y asombro. Se pasó de escándalo a escándalo, de sorpresa a indignación,  a repugnancia, ¡cuánto aguanta este pueblo, de qué cuero estará hecho que lo golpean y no reacciona!  El año entero se pasó de adulterios a  mujeres golpeadas,  diputados, senadores, todos en la palestra pública, la impunidad los ampara. El 2009 dio miedo y termina su escabroso camino con un sentimiento de impotencia, de vacío político, de ausencia de representación, no hay autoridad en este país, se vivió de sobresalto  en sobresalto.

Los gobernantes no gobiernan, se pasean en todos los sentidos de la palabra, en avión, en los pasillos de un Palacio, se pasean entre discursos y cumbres, se pasean hablando y hablando, no saben hacia donde van pero sí se van de compras, y nosotros aquí, ¡“eso no es percepción”!

El circo nos lo dieron: nos pasearon de cumbre, en consultas, entre fuerzas vivas que no lo son y obviaron las verdaderas, creyendo que no las hay aquí. La reforma a la Constitución dejó sabor amargo, ¿se consultó? ¡Pero de mentira!, se presionó tras bastidores para que no pasaran los aires de libertad y de tolerancia que amerita la sociedad actual,  se movieron parte atrás, en la sombra,  no dieron la cara porque no confían en debate, prefieren los conciliábulos, las negociaciones, las presiones, hasta que sale el humo blanco: entonces, se respiró, había nacido la nueva Constitución. Todo estuvo en paz.

Como  hoy en el Congreso, pero ya sabemos de qué son capaces, de todo, miedo dan, no se sabe hasta dónde pueden ir, hasta firmar contrato con la Barrick, sin leer ni ver que la Nación fue expoliada, violada. Y así iniciábamos el 2009 y finaliza igual, inicia 2010 con esos escalofríos que nos dan los vientos del Norte, sino los terrores apabullantes de nuestra propia sociedad. Un año que viene, otro que se va,….. ¡No me atrevo, no, a dar la bienvenida al 2010!, pero qué vaina!, no puedo hacer nada en contra que, entre para ver!