Otro gran reto

Otro gran reto

JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ ROJAS
Hace casi dos años que en un viaje que efectuáramos a Estocolmo nos presentaron a la embajadora de Eslovaquia en aquel país nórdico. Al poco tiempo de estar conversando con ella, a quien conocimos por intermedio de nuestra embajadora Abigail Mejía Ricart, inquirió si su país tenía alguna representación diplomática en la República Dominicana. Al responderle nuestra embajadora que no, casi nos conminó a que solicitásemos el consulado honorario de la República de Eslovaquia en Santo Domingo.

En principio aceptamos con cierto escepticismo, ya que aparte de no conocer el idioma hablado allí, no conocíamos Eslovaquia, ya que solo habíamos estado en Praga, la cual. con la escisión de Checoslovaquia, quedó como capital de la República Checa.

No obstante, le prometimos a la señora embajadora escribir a la embajada Eslovaca en La Habana, ya que desde allí se manejaban todos los asuntos de ese país en el Caribe. El embajador eslovaco, que ya había sido advertido desde Suecia, nos invitó a La Habana para conocernos y proceder formalmente a la solicitud de cónsul honorario, advirtiéndonos que si nuestra petición era aceptada por la Cancillería, deberíamos trasladarnos a Bratislava, la capital, para tres entrevistas claves: a) el departamento consular; b) el departamento político y por último, c) la Cámara de Comercio.

En el mes de diciembre del año 2003 se nos comunicó que deberíamos trasladarnos a Bratislava, en donde el 26 de enero de 2004 seríamos entrevistados por la Cancillería para evaluar nuestra preparación, tanto académica como comercial, ya que la función primordial de un cónsul es promover el comercio bilateral entre el país huésped y el representado.

Llegamos el 25 de enero a las doce de la medianoche con una nevada de espanto, después de haber hecho escala en Paris y Praga y además una temperatura de menos 7 grados centígrados. Debo reconocer que no me resultó muy fácil adaptarme, ya que mi abrigo (gabardina), no estaba diseñado para esa baja temperatura. Aparentemente las pruebas que me hicieron fueron de la satisfacción de los entrevistadores, ya que me aseguraron que darían una opinión favorable para mi designación, cosa que ocurrió unos meses después. En el ínterin, habíamos solicitado al Poder Ejecutivo la autorización en tanto que dominicano, para representar un país extranjero. Obtuvimos la aprobación, pero ocurrieron dos hechos que retardaron la obtención del placet definitivo. Las elecciones dominicanas de mayo de 2004 y las eslovacas en el mes de julio, en donde como para dilatar más las cosas, fueron perdidas por ambos partidos en el gobierno.

Instaladas las nuevas autoridades, fuimos informados que el nuevo embajador de Eslovaquia llegaría a La Habana a finales del mes de febrero pasado. Para nuestra satisfacción, nos comunicó que podíamos trasladarnos a Cuba a principios del mes de mayo en donde nos entregaría personalmente el placet y recibiríamos entrenamiento de parte del cónsul, además de juramentarnos para representar su país, después que depositemos los documentos en la Cancillería Dominicana.

Eslovaquia, para muchos que ni siquiera sabían de su existencia, ya que la confunden con Eslovenia, se convertirá muy pronto en la gran capital europea de la fabricación del automóvil, ya que cuenta con una mano de obra super calificada, detalle que no ha pasado desapercibido al instalarse hace un tiempo la Volkswagen, Skoda, Hyundai y la Samsung. Se estima que producirán más de 350,000 unidades por año.

Este país apenas nos lleva aproximadamente unos mil kilómetros cuadrados, pero su población es menor en casi dos millones que la nuestra.

Su condición de satélite de la órbita soviética cuando formaba parte de Checoslovaquia castró sus ansias de liberación cuando las tropas de la antigua URSS aplastaron sangrientamente la rebelión en el año 1968. En la actualidad, tanto la República Checa como Eslovaquia han sido admitidas a formar parte de los diez países nuevos de la Unión Europea. Eslovaquia, con su sólida cultura y su capacidad de adaptarse a las nuevas tecnologías, de seguro será un modelo a seguir en esta gran integración que constituye el mayor y más dinámico bloque comercial moderno.

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