Otro modelo de primarias

Otro modelo de primarias

BIENVENIDO ALVAREZ-VEGA
Las llamadas elecciones primarias para escoger los candidatos de los partidos políticos, sobre todo los nacionales, constituyen procesos políticos que envuelven a casi toda la sociedad, sobre todo ahora cuando las mismas se hacen con padrones abiertos o semi abiertos.

Para evitar este hecho y en aras de reducir el permanente “campañeo”, la Junta Central Electoral debe, a través de una ley de partidos, promover que estas primarias sean procesos internos de cada uno de los partidos que prefieran este mecanismo para nominar sus candidatos.

El Partido Revolucionario Dominicano, el Partido de la Liberación Dominicana y recientemente el Partido Reformista Social Cristiano celebraron campañas internas que fueron, de hecho, verdaderas campañas nacionales. Los precandidatos recorrieron el país en varias oportunidades, pronunciaron discursos en lugares públicos, realizaron marchas, concurrieron a programas de radio y televisión y concedieron frecuentes entrevistas y declaraciones a los medios de comunicación.  Además, exhibieron cruzacalles, carteles, fotografías y difundieron miles de cuñas por la radio y la televisión. También publicaron espacios pagados en la los periódicos y celebraron concurrido y vistosos mítines de cierre. En otras palabras, los precandidatos presidenciales celebraron campañas proselitistas similares a las campañas nacionales para elegir al Presidente y al Vicepresidente de la República.

Los tres partidos gastaron cientos de millones de pesos, quizás más de mil 500, para financiar todos estos actos y la red de clientelismo que genera el proselitismo en la República Dominicana. Estos gastos no incluyen el valor de las miles de horas/hombres de trabajo que se perdieron con los miles de hombres y mujeres que se dedicaron al partidismo y desatendieron sus obligaciones habituales. Solo recuérdese, como ejemplo sobresaliente, que en un momento el gobierno estaba prácticamente paralizado porque “todo el mundo”, incluyendo al ciudadano Presidente de la República, estaba en “campaña”.

Todos los ciudadanos y ciudadanas de ese país queremos y necesitamos, con la excepción del liderazgo de los partidos y los políticos profesionales, que se reduzca el tiempo que dedicamos a la promoción partidaria, a la búsqueda de prosélitos y de votos. Necesitamos más tiempo para el trabajo y tenemos que crear las condiciones para que los políticos en el poder dispongan de más tiempo para ocuparse de buscar solución a los problemas de la gente.

Es por eso que proponemos a la Junta Central Electoral promover una ley de partidos que obligue a la celebración de primarias  internas, que sean celebradas en los organismos de los partidos y a través de los mecanismos y organigramas de estas organizaciones, siempre bajo techo.

Un modelo que valdría la pena considerar es el seguido por el Partido Socialista Obrero Español, de España. Allí los precandidatos presidenciales tienen que someterse al juicio de los miembros del partido. Estos escuchan sus propuestas en actos celebrados en sus organismos, sujetos a un cronograma de presentaciones preparado por los directivos nacionales del PSOE en coordinación con los precandidatos.

La promoción externa está absolutamente prohibida, y los gastos de las primarias son aportados por el partido, incluyendo los de las oficinas y el personal requeridos por cada aspirante a la nominación presidencial.

Durante varios años el PLD tenía un modelo similar, pero luego lo abandonó, probablemente seducido por la práctica del perredeísmo y bajo el criterio de que las primarias movilizan el partido y les permiten crecer.

Nos parece que las primarias formales deben limitarse a un máximo de 30 días, y enfatizar que los funcionarios públicos que se involucren en las mismas deberían cesar en sus tareas gubernamentales mientras dure el tiempo de proselitismo. Si se quiere ser más riguroso y respetuoso con los fondos de los contribuyentes, los político-funcionarios que tomen licencia para ocuparse de tareas partidarias deberían hacerlo sin disfrute de sueldo.  

  Entre todos los ciudadanos y ciudadanas tenemos que buscar fórmulas expeditas y prácticas que eviten que la sociedad dominicana esté sometida permanentemente al fuego cruzado del proselitismo partidario. La Junta Central Electoral es el organismo responsable de tomar iniciativas sobre el particular, pero debe hacerlo dentro de un claro marco de legalidad, sin desbordar su jurisdicción y en una época que le permita trabajar con la mayor equidistancia partidaria.
bavegado@yahoo.com

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