El pasado día lunes 6 de diciembre se celebraron  en el Dominican Fiesta las sesiones sucesivas de la Comisión Política y del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Dominicano, los primeros después del exitoso Congreso Nacional José Francisco Peña Gómez que culminara el pasado 10 de octubre.

En ese evento se distribuyó entre los principales dirigentes la memoria del Congreso, contentivo de las Conclusiones y 129 Resoluciones que se aprobaron en éste, que compendian la voluntad de los dirigentes de la base del Partido para renovarse en los órdenes ideológico, organizativo y  técnico, para remontar  hacia el poder con ese  programa para avanzar decididamente por el camino de nuestra redención como pueblo.

Pero lo más significativo de esa jornada fue la aprobación a unanimidad de la totalidad de los miembros de la Comisión Nacional Organizadora de la XXIX Convención Nacional Extraordinaria electora, así como las pautas para la selección por esta de las Comisiones Organizadoras locales (CLO) y de las que dirigirán los centros  de votación de dicha Convención, fijada para el próximo día  6 de marzo del 2011, después de una campaña corta y respetuosa de adversarios, que son todos perredeístas probados y no enemigos, porque en las elecciones generales y luego en el gobierno  todos son necesarios, incluyendo los simpatizantes de viejo y nuevo cuño.

Esta sesión fue un ejemplo del camino de  unidad y renovación que nos hemos trazado y por recorrer todavía, para confirmar el retorno del PRD a su condición del “Partido de la Esperanza Nacional”.

Como  parte de las nuevas disposiciones se anunció el retorno del emblemático programa radial; “Tribuna Democrática”, por una nueva emisora local y los poderes que tendrá la  Comisión Organizadora Nacional para regular el fiel cumplimiento de los acuerdos y resoluciones del Partido, que incluyen la participación proporcional de todos los sectores en la campaña electoral y en el futuro gobierno perredeísta.

Con estos pasos, el PRD está avanzando por el camino de su rescate definitivo y su progreso hacia el poder. Luego faltará hacer espacio para que las demás fuerzas políticas sociales y económicas sanas del país formen  con éste un frente que sea un valladar infranqueable contra el reeleccionismo, el hegemonismo y la corrupción galopante que padecemos.

Solo se requiere la continua cooperación de los principales dirigentes y precandidatos sigan las reglas de la democracia interna y que el ganador deje espacios para que todos sigan trabajando con espíritu unitario.