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IPSWICH, Inglaterra (AP).- Policías en busca del asesino de cinco prostitutas arrestaron el martes a un segundo sospechoso y confiscaron un auto que según los vecinos el sospechoso limpiaba constantemente. Otro hombre arrestado el lunes seguía detenido, al tiempo que agentes revisaban el patio de su casa en busca de pistas.
El jefe de la policía de Suffolk Stewart Gull dijo que ambos hombres eran sospechosos de las muertes de Tania Nicol, Anneli Alderton, Paula Clennell, Gemma Adams y Annette Nicholls. Los cadáveres desnudos de las cinco mujeres fueron hallados en zonas rurales alrededor de Ipswich, 112 kilómetros al noreste de Londres, en un lapso de 10 días a partir del 2 de diciembre.
El primer sospechoso, un hombre de 37 años, fue arrestado el lunes en un pueblo en las afueras de Ipswich, y un hombre de 48 años que vivía en el distrito rojo del pueblo fue detenido el martes. Ninguno de los sospechosos ha sido identificado formalmente ni acusado.
Joe Franey, de 50 años y que vive en London Road, en Ipswich, dijo que escuchó a la policía tocar fuertemente en la puerta de una casa vecina aproximadamente a las cinco de la mañana.
«Vimos como se lo llevaban, él estaba vestido’’, dijo Franey. «Se veía calmado, bien normal’’. Franey dijo que el hombre y su compañera se habían mudado al área recientemente. «Nosotros les vemos en el barrio, y dicen buenos días y buenas noches, pero no se relacionan con nadie’’, dijo. La policía se llevó un Ford Mondeo azul oscuro, que de acuerdo con Franey su vecino compró hace unas semanas.
«Él siempre estaba limpiando ese Mondeo, por fuera y por dentro’’, dijo David Welton, que vivía junto al segundo sospechoso. El sujeto detenido el lunes ha sido identificado por la prensa como Tom Stephens. En una entrevista con un diario británico antes de su detención, Stephens dijo que conocía a las cinco víctimas y fue interrogado por la policía.
«No tengo coartadas para todas las ocasiones (en que ocurrieron los asesinatos), de hecho no estoy totalmente seguro de que tenga buenas coartadas para ninguna de las ocasiones. Pero no me preocupa el ser acusado. Soy inocente’’, dijo Stephens al Sunday Mirror. El martes, policías en guardapolvos blancos, capuchas y caretas protectoras registraban el jardín de la casa en Trimley St. Martin, a veces de rodillas, para examinar la tierra en busca de pistas.
