MONTES DE MARÍA (Colombia) (EFE).- Otros 650 paramilitares entregaron hoy las armas en la región colombiana de los Montes de María, dentro del proceso de paz que el Gobierno celebra hace dos años con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).

Los integrantes de la facción «Héroes de los Montes de María» se desmovilizaron en un acto efectuado en una zona rural de Marialabaja (Bolívar, norte) y que fue encabezado por el alto comisionado presidencial para la Paz, Luis Carlos Restrepo.

Con esta entrega de aproximadamente 650 paramilitares asciende a unos 6.000 el número de miembros de las AUC que entregan sus armas de forma colectiva y se alista para dentro de pocas semanas la entrega de otra cifra similar de paramilitares del grupo «Héroes de Granada», que opera en Antioquia.

La nueva desmovilización tuvo lugar en una zona rural en las fronteras de Bolívar y Sucre, donde el bloque paramilitar combatía a rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

A esa región empezaron a llegar el pasado fin de semana los combatientes que hoy entregaron sus armas, que tramitaron sus documentos de identidad, entre ellos el jefe del grupo, Eduardo Cobo Téllez, alias «Diego Vecino».

Cobo dijo que la polémica ley de «justicia y paz» para los desmovilizados aprobada hace tres semanas por el Congreso, contribuirá a aclarar varias matanzas de centenares de campesinos por parte de paramilitares en zonas rurales de Bolívar y Sucre en la última década.

Los combatientes del bloque, que tenía casi diez años de existencia, recibieron ropa y el primer pago de cerca de 150 dólares otorgado por el Estado.

Los nuevos reinsertados entregaron 339 armas largas y cortas, centenares de granadas y 100.000 balas.

«Diego Vecino» manifestó que «en este tema no sólo hay responsabilidad de las autodefensas», sino también «de las guerrillas comunistas y de otros autores que delinquen en la región y también hay responsabilidad del Estado colombiano».

Lo que hoy son las AUC surgió hace más de veinte años como una forma de asociación de los hacendados para protegerse de extorsiones y secuestros de la guerrilla.

Sin embargo muchas divisiones de las AUC, que tienen entre 17.000 y 19.000 integrantes, degeneraron en escuadrones de la muerte, y ejecutaron decenas de matanzas de campesinos, periodistas y sindicalistas acusados de favorecer a las guerrillas.

Además, los jefes de la organización están acusados de narcotráfico y reclamados en extradición por jueces de Estados Unidos.

En el proceso de paz con el gobierno de Alvaro Uribe, que prevé la disolución de las AUC antes de 2006, se han desmovilizado casi 6.000 rebeldes.

Además de varias entregas de bloques regionales de menos de 1.000 hombres, se prepara la del «Bloque Central Bolívar», que tiene unos 5.500 hombres.

El proceso de paz continúa en medio de críticas a la ley de «justicia y paz», que numerosas Organizaciones No Gubernamentales consideran no garantizan la verdad y reparación de los crímenes de lesa humanidad cometidos por los miembros de las AUC

Además, en casos como el de Antioquia se ha denunciado que los paramilitares a punto de desmovilizarse están reclutando gente para hacerla aparecer como paramilitares.

El cabecilla «Diego Vecino» administraba una finca en San Onofre (Sucre), localidad en la que hace tres meses aparecieron más de setenta cadáveres en fosas comunes.

A los «Héroes de los Montes de María» se les atribuyen 18 masacres entre 1997 y 2000, entre ellas una ocurrida en 2000 que dejó 70 muertos.

Uno de los últimos crímenes del que acusan a esa facción es el del líder sindical Rafael Cabarcas, ocurrido en marzo pasado.