La primera parte del libro póstumo del Dr. José Luis Alemán titulado “Economía Política Dominicana” trata sobre un conjunto de reflexiones metodológicas del quehacer económico, con varios mensajes claros y fuertes. Primero, la necesidad de hacer economía a partir de un referente teórico. Sin teoría económica no existe una práctica económica. “En economía como en medicina, sin teoría no hay buena clínica”. Agregaría una práctica económica sin teoría económica explícita es el caos.

Reitera la necesidad de una educación crítica y cuestionadora del saber convencional, por aquello de la provisionalidad del conocimiento –siguiendo a Karl Popper-. Lo cual se logra en parte con la lectura de las grandes obras de economía y no con el estudio de los manuales (de teoría neoclásica). Indicando: “La técnica y los artículos más actualizados tienen importancia solo en una etapa posterior. La lectura de los grandes innovadores, que han pasado la prueba de la crítica tiene prioridad sobre Internet”. Concluyendo: “Lee leones y serás león. Lee ratones, la literatura corriente, técnicamente hipertrofiada, y serás ratón”.

Segundo, destaca el carácter multidimensional de los procesos económicos, lo cual es una  negación de la “explicación monocausal de los fenómenos económicos”.

Tercero, el rol y la importancia de la historia en el análisis económico. La historia, le da sentido a un hoy heredado de ayer. Se trata de la interpretación y los porqué de los hechos, los motivos probables, las propensiones, las instituciones o reglas de juego de las interrelaciones humanas. “Es el esfuerzo por dar sentido al pasado para comprender el presente.  La historia ayuda al economista a ser más realista”.

Cuarto, la relevancia de las instituciones como mecanismo de crear certidumbres, establecer reglas y controles y transparencia, entre otros.

Quinto, la crisis del objetivo de la economía. La evaluación de la actividad económica va mucho más allá de la medición del PIB y del ingreso, hay que incorporar otras dimensiones.

Sexto el enfoque de la economía social de mercado como una forma de construcción de cohesión social.

Séptimo, el tema de la solidaridad. Destaca que en teoría se reconoce la deseabilidad de la solidaridad y hasta se acepta la disminución marginal de ingresos propios a favor de los excluidos, siempre y cuando se demuestre que el Estado “canaliza los recursos así obtenidos correctamente y no para beneficio del partido o de los amigos y familiares”. Por estas razones, agrega “… necesitamos instituciones legales, judiciales y sociales efectivas. Sin ellas, los límites del altruismo son estrechos ya que “toda virtud personal se practica en un entorno social, nunca en soledad”.

Quizás cometo una injusticia destacando estos aspectos y no otros del libro de Alemán, privilegio del economista lector, situación que se supera leyendo el libro. Los invito a leerlo.