Otros mitos se derrumban

Otros mitos se derrumban

Quién sabe cuántos más habrán de derrumbarse con el tiempo. Por ejemplo, un reciente reportaje del British Medical Jorney daba cuenta que seis mitos sumamente arraigados eran infundados. Entre ellos, dormir después de comer no engorda, como se cree. Tampoco el azúcar altera el comportamiento de los niños.

Uno muy difundido es que el calor no se escapa por la cabeza más de lo que lo hace en otras partes del cuerpo. Así que olvídese de los bolsos de hielo. Otro mito es el de los suicidios en invierno, demostrándose que éstos ocurren proporcionalmente en cualquier período del año. 

La resaca no tiene solución por más café que se tome. Igualmente, puede ingerir un galón de aceite y nada pasará excepto ayudarlo a solucionar un problema para buscarse otro. Así que si toma en exceso piense en que sufrirá su resaca inevitablemente.

Finalmente, la flores de pascuas no son toxicas, salvo que se coma 600 de ellas.

¿Pero cuántos mitos más siguen dominando nuestros hábitos y costumbres? Por ejemplo, existen miles de formulas para bajar de peso. Todas funcionan por un tiempo pero cuando se terminan, tus libras se multiplican acabando más gordo que antes de comenzarla. Atkins rompió un mito peeeeeero, cuántos hígados y riñones jodidos.   

Aceites, jarabes, pomadas y cremas. Hay miles de marcas y se gastan miles de millones de dólares comprándolas. ¿Tienen realmente algún efecto positivo o solo es cuestión de creencias y tradiciones?

¿Los vegetarianos son realmente más saludables que los carnívoros? ¿Quiénes se exponen más a las amebas y otros microbios peligrosos? Porque no todo el mundo puede pagar por alimentos orgánicos.  Ojalá que a alguien no se lo ocurre romper este mito.

Las frutas son saludables, según la creencia generalizada, pero algunas caen como un plomo en el estómago. Peor aún, hay quienes recomiendan no comer frutas para evita engordar. Bueeeeeeno.

Una idea generalizada es que los ejercicios son necesarios para la salud. Pero los deportistas mueren más temprano que los sedentarios. El cocodrilo ni se mueve para comer y es prehistórico. La tortuga, que jamás corre, vive 200 años, pero la liebre, que vive corriendo, se muere como si nada. ¿Quién me lo explica?

Pero pasemos al campo político. ¿El poder te hace inmune a las enfermedades? A los presidentes no les da ni gripe, por lo que valdría la pena estudiar este tema más a fondo.

Mentir mucho reduce el estrés. Bueno, es el arma más usada por los políticos y eso debe calmarle la ansiedad y la presión que reciben de los que están abajo. Otro tema para estudiar.

La verdad es que los mitos de todo tipo, que se derrumban año tras año, son tan numerosos que sería imposible imaginar la vida sin ellos.

Lo bueno es que cuando algunos se derrumban, otros aparecen.

Pero uno que perdura a través de los siglos es el siguiente: Feliz Navidad a todos mis lectores.

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