Oye multitud
Duarte, un político incorruptible

<STRONG>Oye multitud<BR></STRONG>Duarte, un político incorruptible

Juan Pablo Duarte Diez, político y humanista, arquitecto y genio creador de la República Dominicana, padre de la Patria, nació en la ciudad de Santo Domingo, el 26 de enero de 1813. Sus padres fueron Juan José  Duarte, oriundo de España, y doña Manuela Diez Jiménez, criolla natural de la ciudad de El Seibo.

Juan Pablo Duarte nació y creció en una época de expansión de las ideas progresistas y liberales, en que las colonias españolas del continente latinoamericano comenzaron a luchar por sus independencias.

A lo largo y lo ancho del continente  soplaban vientos de libertad provenientes de los efectos generados en Europa por la revolución francesa de 1789 que provocó la caída de las monarquías feudales.

Es poco lo que se conoce de la estancia de Duarte en España. No se conoce de título profesional alguno adquirido por él en Barcelona.

Esto demuestra que Duarte era un genio natural. En esos países asimiló las ideas liberales que le sirvieron de soporte para sentar bases de un proyecto de nación de un sueño que más tarde se convirtió en el nacimiento de la República Dominicana.

Duarte era un joven de una cultura avanzada, traducía documentos de varios idiomas francés, inglés, latín y alemán. Poseía aire poético y espíritu filosófico.

Su inteligencia le permitió interpretar el sentimiento colectivo de independencia que deseaban las mayorías. Duarte fue el ideólogo y fundador de La Trinitaria, en ese proyecto político plasmo las ideas y principios que sirvieron de soporte a la República Dominicana.

Su pensamiento político es el alma de la nación. El siguiente pensamiento es la mayor prueba de que su espíritu fue el espíritu republicano: Dios ha de concederme bastante fortaleza para no descender a la tumba sin dejar a mi patria libre, independiente y soberana.

Al momento de tomar juramento a los trinitarios dijo: “la República establecerá su correspondiente escudo de armas, mientras tanto seremos reconocidos los trinitarios con las palabras sacramentales: Dios,  Patria y Libertad.

Duarte fue un propulsor de la paz y la armonía entre los dominicanos.

Fue una persona con grandes virtudes, patriota, idealista con profunda sensibilidad social, un demócrata a carta cabal, que sacrificó su vida y lo dio todo por la causa nacional.

Un político incorruptible, sin ambición personal y coherente, con sus principios republicanos. Consumada la obra republicana, no solicitó el pago de su trabajo de alto riesgo, ni tampoco la devolución de la fortuna aportada.

Pudo haber sido Presidente de la República y hacer provecho a su prestigio y su gloria, pero su misión no fue gobernar, sino libertar. La nación dominicana es libre e independiente, y no es ni puede ser jamás parte integrante de ninguna otra potencia, ni el patrimonio de familia ni persona alguna propia, ni mucho menos extraña.

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