Oye multitud
Hablando al corazón de la mujer
utilizando su lenguaje

<STRONG>Oye multitud</STRONG><BR>Hablando al corazón de la mujer<BR>utilizando su lenguaje

POR CLAUDIA HERNÁNDEZ DE ALBA
Debes haber escuchado decir que la mujer es de Venus y los hombres de Marte es decir, muchas veces pareciera que venimos de planetas diferentes en género y con el mismo valor. Pero al considerar estas diferencias, reconocemos que para hablarle al corazón de una mujer, es necesario utilizar su lenguaje.

No hace mucho estuve leyendo sobre las aves migratorias  y el autor Milton Olson hablaba de las lecciones que podemos aprender de los gansos silvestres, dirigiendo su enfoque a las destrezas de los líderes. Mientras consideraba los pensamientos del autor sobre liderazgo pensaba que Dios en su grandeza a menudo utiliza su creación para mostrar sus ventanitas sobre su carácter para que la conozcamos y nos acerquemos a Él.

Como mujeres hispanas, muchas veces nos podríamos comparar a estas aves migratorias, que los cambios de temperaturas llevan a buscar refugio en lugares más cálidos. En nuestra jornada migratoria podemos tomar tiempo para considerar lo que Dios desea enseñarnos en este proceso de cambios y que logremos llegar a nuestro destino, un lugar donde el cálido amor de Dios se convierte en el refugio que nos sostiene durante nuestra travesía por la vida.

Primera lección: Manténgase volando junto a otros. La razón por la cual las aves migratorias se mantienen volando en una formación “V” es por que al hacerlo así la manada completa adquiere un 71% mayor de alcance de vuelo en comparación a si volaran solas. Como mujeres necesitamos mantenernos en comunidad unos con otros. Cuando compartimos un sentido de dirección junto a otras mujeres que comparten la misma visión del gran llamado y responsabilidad que Dios nos ha dado se nos facilitara el alcanzar la meta de cumplir con sus propósitos para nuestra vida ya que estaremos viajando en la fuerza propulsora de otras personas que Dios ha puesto en nuestra vida. ¿Estas involucrada en una comunidad de amistades que provea esta atmósfera “propulsora para ti”.

Segunda lección: Manténgase “volando” en formación. Cuando un ave migratoria se sale de formación siente súbitamente el peso y resistencia de tratar de volar sola, e inmediatamente vuelve a ponerse dentro de la formación para tomar ventaja del “poder que la levanta” que proviene del ave que se encuentra frente a ella. ¡Sí! Tan solo tuviéramos el juicio de los gansos silvestre cuando caemos en el modo de “yo puedo sola” “En el Señor me refugio ¿Cómo decid a mi alma huye cual ave a tu monte? (Salmo 11:1). Mientras nos mantengamos bajo el abrigo del altísimo podemos estar seguros que con sus plumas El nos cubrirá y bajo sus alas hallaremos refugio (Salmo 91:4).

Es muy importante que resistamos la tentación de aislarnos cuando enfrentamos tiempos difíciles en la vida. ¿Escoges tu volver a ponerte dentro de la “formación” de Dios cuando sientes el peso y resistencia que viene a través de nuestro caminar en la vida o persistes en “volar sola”.

Tercera lección: La interdependencia vital. Cuando el ave  que se encuentra al frente de la manada se cansa, esta cambia su posición para que otra tome posición del frente. Como mujer es muy importante que aprendamos a ser vulnerables con otra persona de manera que cuando sintamos el agotamiento que viene con nuestra jornada permitamos que otras tomen la posición de “Al frente” y nosotras podamos recibir alivio que Dios envía en nuestra dirección por medio de otras… Es en esos momentos de apartamiento espiritual, emocional y físico cuando necesitamos recibir de otros y no permitir que las voces acusatorias del enemigo nos desanimen al señalarnos nuestras diferencias e imperfecciones obstaculizando así que avancemos en nuestra travesía. La cultura promueve la independencia y muchas veces creemos que el balance se encuentra obteniendo la dependencia de otros. Sin embargo, el modelo bíblico es la interdependencia, una relación donde las personas se necesitan unas a otras y aportan al bienestar y crecimiento mutuo. Más el que escucha consejo es sabio (Prov. 12:15). EL hierro con hierro se afila y un hombre aguza a otro. (Prov.27:17).

Cuarta lección: Él ánimo hace una diferencia. Las aves migratorias que se encuentran en formación hacen sonar su graznido desde su posición trasera para alertar a aquellas que se encuentran en el frente a mantener su velocidad. Querida mujer acepta “geraznido” en tu vida. Poe senda de vida va el que guarda la instrucción (Prov. 10:17).

Quinta lección: Según recibes da generosamente a otras. Cuando un ganso silvestre se encuentra enfermo o herido, otros dos gansos se salen de formación y lo siguen de cerca para ofrecerle ayuda y protección. Estos gansos silvestre permanecen con esa ave hasta que se recupera y pueda volver a volar o hasta que muera. Es entones cuando ellas se lanzan a volar nuevamente, ya sea uniéndose a otra manada o alcanzando a al manada original. Es cierto que esto requiere sacrificio, y muchas veces nos cambia los planes que trenzamos pero este es el ejemplo que Jesús nos dejo para seguid, pues si yo, El Señor y el Maestro, os lave los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros. Poe que os he dado ejemplo, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. Si sabéis esto seréis felices, si lo practicáis (Juan 13:14-15)

Querida mujer Dios te ha colocado en esta jornada con un propósito que solo tu puedes cumplir ¡Cualquiera que sea el lugar donde El te ha colocado recuerda que El te da para que tu des! Descubrirás que al dar en lugar de tener menos, tendrás más.

Claudiahdez_07@hotmail.com

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